martes, 21 de abril de 2015

Capítulo 6.

   Entra en la cocina y mira a su madre, que está sentada en una de las sillas que hay allí. Coge las llaves que están sobre la encimera y se sienta junto a ella.
-¿Hablaste con los abuelos?- Pregunta esperanzado.
-Sí.- La mujer esboza una ligera sonrisa.- Nos dejarán el dinero, cielo.
-Mamá...- Hace una pausa.- Hablé con David ayer y bueno, voy ahora al taller de su primo... Con un poco de suerte, podría conseguir trabajo.
-Max, lo hemos hablados cientos de veces. Acaba tus estudios y después si quieres, trabajas...
-Pero necesitamos el dinero...- El moreno de ojos grises suspira.- Sé que siempre te has encargado de todo, y creo que ya es hora de que te ayude.
   Su madre se queda callada. Sus ojos se cristalizan y Max la abraza intentando consolarla. Odia verla así.
-Déjame trabajar, por favor.
-Cielo... Haz lo que quieras.- Ella acaba sonriendo.- Eres tan testarudo como tu padre.
-Eso es bueno, ¿verdad?
-Pues claro.
   El joven sonríe y se pone de pie. Se despide y sale de su casa. Llega hasta su moto y arranca para emprender el camino hasta el taller mecánico donde ha quedado con David y el primo de éste.
   Realmente está nervioso. Necesita ese trabajo, necesita ayudar a su madre.
   En apenas unos minutos, estaciona la moto y baja de ella. David se acerca a él y le saluda dándole una palmada en el hombro. Él se la devuelve y juntos, caminan hacia el interior de aquel taller mecánico.
-Troy, te presento a Max Williams.
-Encantado. David me ha contado muchas cosas de ti.- Estrechan la mano y el chico sonríe. No pensó que el primo de su amigo fuese tan joven. Apenas se llevarán dos o tres años.- Y bien, ¿entiendes algo sobre mecánica?
-La duda ofende.- Suelta una carcajada.
-Bueno... Eso tengo que verlo entonces.- Troy sonríe divertido.- Estaba arreglando el sistema de frenos de un coche, ¿crees que puedes ayudarme?
-Sí, claro.- Max se quita la chaqueta de cuero y se remanga. Se acerca hasta el coche y observa con detenimiento durante unos segundos. Hace una mueca y mira al dueño de aquel taller.- Fuga del líquido de frenos...
-Exacto.- Troy asiente con la cabeza.
-Hay que reconstruir las mordazas de freno.
-Eso ya está hecho.
-Pues entonces... Hay que reemplazar los cilindros de rueda.
-¿Sabes cómo hacerlo o necesitas ayuda?
-Déjale. Sabe lo que hace.- David sonríe orgulloso de su amigo.
   Max se ríe divertido y coge una llave inglesa que hay junto al vehículo. Manos a la obra...



   Cierra el libro y deja escapar un suspiro de cansancio. Por hoy ha sido suficiente. Se tumba en su cama con el móvil en una mano y con los auriculares en la otra. No tiene tiempo de conectarlos cuando su móvil comienza a sonar, mira la pantalla pero no conoce el número. Responde con inseguridad.
-¿Quién es?
-Hola Rox, soy Brandon.
-Ay, ¡hola!
-Perdona que te moleste, le pedí tu número a Rosalya, espero que no te importe...
-No tranquilo, ¿ocurre algo?
-En realidad no, simplemente llamaba para hablar un rato, ¿estás muy ocupada?
   Sonríe inconscientemente.
-No, tranquilo. Acabo de dejar el libro de Historia, me pillas en buen momento.
-Me alegro, jajajajaja. ¿Puedes salir un rato?
-¿Ahora?- Pregunta mirando la hora en el reloj del escritorio.
-Sí... Si puedes claro.
-Eh...- Se mira por un momento. Lleva la ropa de andar por casa, y no es plan de salir con esas pintas.- Si me dejas media hora para arreglarme, mejor.
-De acuerdo. ¿Te queda cerca el café que hay en la calle principal?
-Sí, me viene bien.
-De acuerdo, te veo ahora. Hasta luego.- Aunque no le esté viendo, puede notar que Brandon está sonriendo, pero para qué engañarse, ella también sonríe.
   Se levanta de la cama y se dirige hacia el armario. Lo abre y saca unos vaqueros y la primera camiseta que encuentra por ahí. No tiene mucho tiempo y menos aún, cuando pretende darse una rápida ducha.
   A punto de salir de su habitación, su móvil vuelve a sonar. Resopla y contesta mientras que camina hacia el cuarto de baño.
-¿Sí?
-¿Te ha llamado?- Dos voces preguntan al otro lado de la línea. Mira la pantalla y comprueba que es Rosalya quien ha llamado.- ¡Queremos detalles!
-¿Alexy?- Pregunta un tanto perdida.
-¡Sí, soy yo!- Responde el chico riendo.- Bueno, cuenta.
-Mm... He quedado con él en media hora.
   Rosalya comienza a hablar en gritos y no consigue entender nada, pero comprende que su amiga se ha emocionado. Se empieza a reír escandalosa y pone el manos libres mientras que prepara toda la bañera.
-¿Y qué te vas a poner?- Alexy pregunta curioso.
-Unos vaqueros, una camiseta de color azul y supongo que iré con las Vans... Ah, y una chaqueta.
-¡Mal, muy mal!- Responde su amiga al otro lado.- ¡Para una primera cita no debes ir con ropa de diario!
-¿Primera cita?- El joven se empieza a reír.- Rox, ni caso.
-¡Rox, exijo que te pongas otra cosa!
-Mm... Creo que la que va a salir soy yo. Y creo que no es un cita, sólo hemos quedado para tomar algo, nada más...
-¡Una cita en toda regla!- Sentencia la castaña tras la línea.
-Oye, que si hay beso, me cuentas los detalles...- Alexy utiliza un tono divertido.
-Alexy, no creo que sea tu tipo...- Responde Rosalya.
-Oye, ¿y si es gay y aún no ha salido del armario? Que lo mismo ha quedado con ella por quedar y ya está. ¡Yo solo lo digo!
-Que no, que no es gay, ya te lo digo yo...
-Esto... Chicos... Que me tengo que duchar y a este paso llego tarde...- Rox interrumpe la tonta discusión que mantienen sus dos amigos.- Ya os contaré, ¿vale? ¡Besos!
-¡Besos! ¡Dale uno de mi parte!- Alexy se empieza a reír y ella no puede evitar sonreír divertida.
   Finalmente, cuelga y niega con la cabeza. Son la normalidad en persona, vaya.
   Entra en la ducha y en apenas cinco minutos, sale de nuevo para comenzar a arreglarse. Y, aunque no sabe por qué, siente ciertos nervios que no la dejan tranquila.



    Como todos los sábados, ocupan las mismas mesas de siempre del Blow, aunque esta vez añaden alguna silla más.
-¿Quién quiere cerveza?- Luke mira a todos los presentes.
   Como era de esperar, Max, Albert y David son los únicos que levantan la mano.
-Vale, ahora vengo.- El chico se marcha hacia la barra de aquel antro.
-Bueno, en cuanto a lo tuyo.- Dinna mira a Rox divertida.- ¿Hubo beso o algo?
-No, sólo me acompañó a casa.
-Eso significa que quiere ir despacio. Más le vale.- David se cruza de brazos y su amiga le da un golpe en el hombro.
-Has sonado muy protector.
-Esa era la intención.
-Si no te ha besado, es un calzonazos y punto.- Max y Albert se ríen.- ¿Qué clase de tío es?
-Uno que se toma las cosas con calma.- La morena de ojos verdes niega con la cabeza.- ¿Sabes Max? No todos los tíos tienen la intención de liarse con la primera que se cruza en su camino.
-Me voy a callar...- El joven se sigue riendo.- Joder, ¿y Luke?
-Iré a ayudarle, ahora vengo.- Rosalya se pone en pie y camina hasta llegar a la barra que está llena de gente.
   Consigue localizar a Luke y se acerca hasta él. El chico al verla, sonríe y la abraza por los hombros.
-¿Sabes una cosa?- Pregunta divertido.
-Dime...
-Hoy estás especialmente guapa.
-Luke, ¿ya has bebido?.- Responde ella riendo.
-No, no. Te lo digo de verdad. Estás muy guapa.
-¡Luke! ¡Tus cervezas!- Un camarero le tiende varios botellines.
   El chico coge dos de ellos mientras que Rosalya coge los otros dos restantes. Regresan a la mesa junto con los demás, que han cambiado de tema y este se centra en Albert.
-Pero tío, si no hablas con ella, no vas a poder saberlo.- David le da unas palmadas en la espalda.
-¿Qué ocurre?- Luke pregunta curioso.
-¿Recuerdas a la chica nueva que llegó hace unos días?
-Sí.
-Bien, pues aquí a nuestro amigo, le parece guapa y bueno, digamos que la quiere conocer. Pero no se atreve a decirle nada.- Max sonríe.- Y le estamos animando a que lo haga.
-La chica es mona, en la próxima clase de Música podrías hablar con ella.- Luke les da la razón.- Vale que no esté en nuestra clase, pero por lo menos coincides en alguna con ella.
-Y dale... ¿Podemos cambiar de tema?- El gemelo de pelo oscuro se encoge en su silla.
-Mejor, vamos a dejarle tranquilo.- Alexy sonríe.- ¡Rox, vamos a bailar!
-¡Vamos!- La joven no opone resistencia y junto al chico, se unen a la gente que baila por allí.
   Los demás miran la escena entretenidos, hasta que sin esperarlo, ven que Luke se pone de pie.
-Rosa, ¿bailas?
-¿Yo?- La chica se sonroja.- Eh...
   Max suelta una carcajada y eso hace que su cara se convierta en un tomate.
-¡Vamos Rosalya!- Dinna sonríe.
   La castaña asiente con la cabeza y se pone en pie. Caminan un par de metros y empiezan a moverse al compás de la música que suena en ese momento.
   La tarde de sábado está siendo muy interesante...

sábado, 11 de abril de 2015

Capítulo 5.

   Pasa las hojas del cuaderno hasta dar con una en blanco y empieza a anotar las primeras frases que pasan por su cabeza.
-Dime otra frase.
-¿Otra? ¿No tienes bastante con esas?
-Otra.- Sentencia.
-Yo que sé, no tengo ganas de pensar.
-No quieres pensar pero quieres componer una canción, buena esa.- Luke le lanza el bolígrafo a la cabeza, pero él lo coge.- Entonces lo dejamos. Ya se nos ocurrirá algo.
-Seguro.- Se levanta del sofá y se estira un poco.- Voy a la cocina, ¿quieres algo?
-Una Coca-Cola.
-Tío, ¿no quieres una cerveza?
-No, gracias. Que tengo que conducir hasta mi casa.
   Se encoge de hombros y se marcha hacia la cocina, saca dos latas del frigorífico y regresa al salón con su amigo.
-Podríamos hablar con estos y preguntarles si van a salir.
-Hoy no, tenían noche en casa de Rosalya.
-Pero Albert y David no están allí, puedo llamarles.- Max coge su móvil y busca en su lista de contactos el número del gemelo de pelo oscuro. Espera unos segundos y éste responde.- ¿Sales un rato?
-Estoy en mitad de una partida.
-Vamos al Blow, avisa a David.
-Le llamo. Estoy allí en quince minutos.- Albert cuelga sin decir nada más.
   Max se empieza a reír. Sabría que aquello sacaría a su amigo de casa.
-Nos vamos al Blow.
-Pero si no me he terminado esto.- Luke señala su lata.- Además, que hoy estará lleno de gente.
-Es eso o quedarnos en casa sin nada que hacer.
   El castaño lo piensa por unos segundos y se levanta de su cómodo asiento. Mejor eso que estar aquí encerrados, sí. Coge su chaqueta y las llaves del coche.
-¿Llevas la moto?
-No, me llevas tú.
-Tendrás morro.
-Alguien tendrá que cuidar de mi cuando no me mantenga en pie, ¿no?
-Y me toca a mi, como siempre.
-Exacto..
   Niega con la cabeza y entra en el asiento del conductor. Su amigo le imita y arranca el coche. Pone la música a volumen alto y Max empieza a entonar la canción que se escucha por la radio.
   Llegan al Blow en cuestión de minutos. Cuando se trata de ir allí, no hay tiempo que perder. Aparca a unos metros de la entrada y salen del vehículo. Albert y David se acercan hasta ellos y los cuatro entran en aquel bar. Aunque el aspecto no es muy acogedor, ellos se sienten como en casa.
-¡Hola chicos!- Un hombre con complejo de portero de discoteca les saluda.- Llegáis en el mejor momento, hay partida de póker.
-No, gracias. Que luego pierdo.- David declina la oferta.
-¿Vosotros?
-A lo mejor después...- Max sonríe divertido.- Voy a por unas cervezas, id buscando una mesa.
-¡Que yo no voy a beber!- Luke eleva la voz, aunque él le ignora, como siempre.
   Albert suelta una carcajada y le da unas palmadas en la espalda. Y aquí comienza la noche del viernes...



   El fin de semana ha durado menos de lo esperado y el lunes ha llegado demasiado pronto. Cada uno ocupa su lugar de siempre e intentan prestar algo de atención, cosa que les está resultando difícil.
-Os dije que no era bueno salir en domingo.- Alexy les mira a los cuatro con cara de pocos amigos.- Pero nada, seguid así, os irá genial.
-Tampoco estuvimos hasta muy tarde...- David se encoge de hombros intentando parecer inocente, aunque sus ojeras demuestren que esté muerto de sueño.
-Qué va, sólo hasta las tres de la mañana.- Ironiza.
-Señores, ¿me están escuchando?- El profesor Fray les mira por unos segundos.
-Disculpe.
-Decía que tienen que ir eligiendo un delegado principal para la clase.
-¿No somos un poco mayores para seguir haciendo este tipo de cosas?- Uno de los alumnos se cruza de brazos.- Lo encuentro una tontería.
-Puede que les parezca una tontería, pero es necesario.
-¿Y vamos a decidir ahora?- Dinna pregunta curiosa.
-Exacto. Cojan un trozo de papel y apunten un nombre.
   La mayoría resopla y hace aquello con desgana, mientras que otros no dicen nada y cumplen con esa pequeña tarea. Fray, al ver que todos han terminado, pasa una caja en la que todos depositan aquellos trozos de papel.
-Bien, necesito que alguien lea los nombres mientras que apunto en la pizarra, ¿voluntario?
   Nadie dice nada y el hombre suspira.
-Olivier, por favor.
   Rox se levanta de su silla y se acerca hasta la mesa del profesor. Coge un primer papel y lee el nombre en voz alta.
-Max Williams.
-Os podéis ir a la mierda.- Eleva la voz a la vez que sonríe.- Me niego a ser delegado.
-Por favor, siga leyendo.- Fray pone orden.
-Brandon Lewis.- Coge otro papel y lo desdobla para leer el siguiente nombre.- Max Williams.
   Y así continúa durante cinco minutos.
-Gracias señorita Olivier, puede ocupar su sitio.
   Ella asiente con la cabeza y regresa a su mesa.
-Bueno, creo que ya tenemos delegado para este último año...- El profesor sonríe levemente.- Aunque estaban muy igualados, señores.
-Lo digo de verdad, no quiero ser delegado.- Max niega con la cabeza.- Brandon, todo tuyo.
-Ellos han decidido, ya está todo hecho.- Responde el chico.
   Max pone los ojos en blanco y resopla.
-Bueno, el delegado de este año es Brandon Lewis.
   El moreno de ojos grises sonríe aliviado. De verdad que no quería ese cargo durante el último curso.
-¿Y no hay subdelegado?- Pregunta Rox a su compañera de mesa.
-Si, suele haber subdelegado, ahora lo dirá, supongo.- Rosalya garabatea en una hoja de archivador.
-¿Alguien tiene alguna duda?- Fray les mira a todos.
-Yo tengo una...- Rox levanta mano.- ¿Habrá subdelegado?
-Sí, lo habrá.- Sonríe.- Será usted, por ejemplo.
-¿Yo? ¿Por qué yo? Solo era una duda...
   Max estalla en carcajadas y le da unas palmadas en la espalda a la joven. Ella se encoge en su asiento y niega con la cabeza. En qué momento ha hablado.
-Decidido. Lewis delegado y la señorita Olivier será la subdelegada.- Sentencia el tutor de aquella clase.
   El timbre finaliza con aquella hora y la mayoría salen al pasillo para despejarse entre clase y clase. Rox se queda sentada intentando asimilar lo que acaba de ocurrir. Era un duda, ella no quería tener un cargo en la clase.
-Me alegra saber que trabajaré contigo.- Levanta la vista para encontrase con unos bonitos ojos azules y una sonrisa amable.- Es bueno conocer gente.
-Supongo...- Hace una mueca.- Bueno, soy Roxanne Olivier, pero llámame Rox.
-Brandon Lewis, encantando.
   Ambos sonríen y empiezan una pequeña conversación sin saber, que a alguien no le gusta nada lo que está viendo...



   Se sientan sobre el césped que hay en el patio. Algunos sacan los libros e intentan terminar con las tareas antes de que llegue la siguiente clase y otros, hablan animados o simplemente se relajan.
-Tengo hambre...- Rosalya se pone de pie.- Voy a la cafetería, ¿viene alguien?
-Voy contigo.- Luke imita el gesto de la chica y ambos se marchan de allí.
-No hacen mala pareja, ¿eh?- David sonríe divertido.
-Para nada.- Albert le da la razón.- Sólo les falta un empujón... Yo creo que en el fondo, Luke siente algo por ella.
-Puede.- Max sonríe divertido.
-Tú le conoces mejor que nadie...- Dinna levanta la vista de sus apuntes.
-Le conozco y sé muchas cosas.- Responde riendo. Saca un cigarrillo de su mochila y lo enciende. Le da una primera calada y suelta aquel humo grisáceo.- ¿Queréis?- Mira a su grupo de amigos y les ofrece una calada.
-Dame.- Alexy coge el cigarro y a los segundos, suelta el humo.
-Os estáis jodiendo la vida.- Dinna resopla.
-Sabes que no fumo diariamente...- Max se encoge de hombros.
-Ya... ¿Ha pasado algo?
-Es lo mismo de siempre.
-¿Has buscado trabajo?- Alexy le da un apretón en el hombro a modo de apoyo.
-Sí, pero no están muy interesados...
-Si quieres, puedo hablar con mi primo para que trabajes en el taller.- David le mira.- Mañana si quieres, podemos ir a hablar con él.
-Gracias... Me harías un favor enorme... Necesito ayudar en casa.
   La conversación es interrumpida cuando Luke y Rosalya llegan acompañados por Rox.
-¡Que me voy a caer!- Rosalya se ríe divertida.- Luke, ¡quiero bajar!
-¿Segura?
-¡No me tires!
   Miran la escena con diversión. La joven está subida en los hombros de Luke y éste no intención de dejarla en el suelo.
-¡Hola Rox!- Albert saluda animado.- ¿Has hecho los deberes de Historia?
-Sí, me acordé anoche...
-Joder, yo me he enterado esta mañana de que había tarea.- Dinna resopla.
-¿Quieres que te los deje?
-¿De verdad?- Los ojos de la chica se iluminan.
-Sí.- Se ríe ante la emoción que demuestra la joven.
-¡Ay, te quiero!
   David niega con la cabeza y se empieza a reír, su novia no tiene remedio.
-Bueno, subdelegada, ¿cómo lo llevas?- El de los ojos grises sonríe burlón.
-Calla...
-Para qué habrás dicho nada, novata.
-Era una simple duda, nada más.
-¿Me quieres bajar de una vez?- Rosalya le remueve el pelo a Luke y éste se intenta peinar, cosa que le resulta inútil.- ¡Petterson!
-Odio que me llamen así.- El joven, accede a dejarla en el suelo.
-Cambiando de tema, ¿ensayamos esta tarde?- David mira a los componente del grupo.
-Claro, la duda ofende.
-Vale, pues a las cinco en el local, como siempre.
   El timbre anuncia otra nueva hora. Abandonan el patio y se adentran por los pasillos del instituto Parks Wood, pasillos llenos de niños corriendo de un lado a otro.
-Menudo caos...- Rosalya niega con la cabeza.
-Hace un par de años éramos así.- Albert se ríe.
-Yo no corría por los pasillos.
-Tú no, pero yo sí.
-Tú siempre has tenido complejo de cabra, no es por nada.- Alexy mira a su hermano riendo y éste le fulmina con la mirada.- Si yo te quiero.
-Vete a la mierda.
   Todos se ríen con la tonta discusión que mantienen, aunque en el fondo, saben que se tienen mucho cariño.

lunes, 6 de abril de 2015

Capítulo 4.

   El timbre da por finalizada la última hora del día. Empiezan a recoger las cosas y abandonan la clase mientras hablan sobre lo que harán esta tarde.
-¿Quedamos en mi casa a las cinco y media?
-Perfecto.- Rosalya sonríe.- Pero no te quedes dormido, que ya nos conocemos.
-Vosotros llamad al timbre y punto.- Luke se empieza a reír.- Rox, ¿vas a venir?
-Sí, al final voy.
-Vale, paso a recogerte a las cinco y cuarto. ¡No me hagas esperar mucho!- Rosalya es la primera en salir del centro y caminar hacia el aparcamiento.
-No, tranquila.
-¿Y tú vas a venir o qué?- Albert mira a Max.- ¿O te vas a quedar en tu casa tocándote las narices...? Que es el último año, no puedes dejarlo todo para el final.
-No sé. Luego os aviso.- El chico saca unas llaves de sus vaqueros y se acerca hasta una de las numerosas motos que hay allí.
-Vale, pero no nos hagas el lío como siempre.- Luke le da un codazo y él se empieza a reír.
-Os veo luego, adiós.- Rox se despide con la mano y empieza a caminar, alejándose del grupo.
   El rugido de una moto se acerca hasta ella y se gira para ver de quién se trata. Max sonríe levemente y le hace un gesto para que suba.
-No, gracias.
-¿Te dan miedo las motos?
-Qué va. Pero puedo ir sola caminando, tranquilo.
-Insisto, vamos.- El de los ojos grises sigue sonriendo.- Llegarás antes a casa.
-De verdad que...
-¡Vamos Rox! ¡Que no todos los días un tío bueno se ofrece a llevarte!- Alexy se ríe de su propio comentario y ella le enseña el dedo corazón, cosa que le hace reír aún más.- ¡Sabes que es la verdad!
-Bueno, ¡que no todos los días está tan amable!- Albert les mira divertido.
   Ella resopla pero finalmente accede a subir en la moto. Max le pasa el casco y ella se lo pone sin rechistar. Le sujeta por la cintura y le indica la dirección de su casa. Él empieza a conducir sin decir nada.
   Y tenía razón porque en apenas cinco minutos, están frente a la casa.
-Gracias.- Le devuelve el casco y se baja.
-De nada. Te dije que no tardarías tanto en llegar.
-Ya...- Se encoge de hombros.- Pero prefiero caminar.
-Para gustos los colores.- Sonríe.- Entonces... ¿Vas luego a casa de Luke?
   La joven asiente con la cabeza.
-Supongo que nos veremos.
-Deberías ir... Pero es tu elección.
-Ya, bueno.- Max hace un gesto con la cabeza a modo de despedida y se marcha de allí.
   Ella saca las llaves de su casa y entra. Saluda a su madre y camina hacia su habitación para dejar las cosas y después empezar a comer.



   Llama con los nudillos y después abre la puerta de la habitación. Niega con la cabeza y respira hondo. ¿Por qué de todos los hermanos que había en el mundo le tuvo que tocar este?
-¡Empieza a cambiarte de ropa! ¡Vamos allegar tarde!- Alexy le lanza los vaqueros y por poco las deportivas a la cabeza.
-¡Espera, espera! Que tengo que guardar la partida.- Albert sigue pulsando los botones de aquel mando mientras mira la pantalla.- ¡Mierda! ¡Joder! ¡Nooooooo, que me gana!
-¡Que guardes ya!- El joven resopla.- Nos van a tener que esperar y todo por tu culpa.
-Tranquilo...- El gemelo de pelo oscuro guarda la partida y apaga la televisión.- No sabes lo que me ha costado llegar a ese nivel.
-Me da igual. ¡Tienes un serio problema con los videojuegos! Todo el día pegado a la pantalla.
-Chicos, ya vale...- Su madre entra en la habitación de su hijo y cruza los brazos.- Albert, date prisa.
-Que ya voy. Pero si os salís de mi habitación me cambio y esas cosas.
-Como si no te hubiese visto cambiarte... ¡Muchas veces además!- La mujer se empieza a reír al igual que su hermano.
-Bueno, fuera.- Les echa de allí y cierra la puerta.
   En menos de dos minutos, ya se ha preparado y ha cogido todas las cosas que tenía que llevarse. Sale de su habitación y llega hasta la entrada donde Alexy le está esperando. Se despiden de sus padres y abandonan la casa.
-¿Has cogido las llaves del coche?- Pregunta curioso.
-No, qué va.
-Alexy, deja las ironías.
-Anda, sube. Antes de que me arrepienta y te deje aquí tirado.
-Soy tu hermano mayor, ¡no puedes hacerme eso!
-Bueno, mayor por unos minutos...
-El mayor, punto.
   Suben al coche y Alexy empieza a conducir por las calles de Denver. La música inunda el vehículo y ambos empiezan a cantar las canciones que salen por la radio. El corto trayecto se hace más ameno.
   Llegan a la casa de Luke y el coche se detiene. La música para, pero ellos no dejan de cantar, aunque esta vez a pleno pulmón. El vehículo de Rosalya ya está allí, al igual que la moto de Max. Han llegado los últimos, como Alexy ya se lo imaginaba.
   Luke les abre la puerta sin que llamen y ellos entran cantando.
-Luego no me extraña que mis vecinos me miren mal.- El castaño suelta una carcajada.- Con amigos como vosotros, todo el mundo piensa que estoy loco yo también.
-¿Perdona?- Albert le da una colleja.- ¡Tienes los mejores amigos del mundo, chaval!
-¡Fuera de mi casa!- Luke le devuelve el golpe y señala la puerta.
-¡Pelea, pelea, pelea!- Max llega de la cocina con un vaso lleno de Coca-Cola.
-¡Pero no les animes!- Alexy se cruza de brazos.- Yo me voy con las chicas....- Desaparece por la puerta del salón dejando a esos tres solos.
-Tío, que ha venido a mi casa a pegarme.- El anfitrión se empieza a reír.
-Si queréis os podéis pegar, pero lo hacéis fuera. Que luego nos toca recoger el estropicio.- Max les anima y abre la puerta principal. Algunas personas que pasan por la calle, miran curiosos la escena.
-Venga, vamos.- Albert se sube las mangas de la sudadera y sonríe.
-Ya vale...- Rosalya llega hasta ellos.- Entrad de una vez y empecemos a estudiar. Si nos ponemos ya, acabaremos pronto.
   Los tres chicos asienten con la cabeza y Max cierra la puerta. Entran en el salón y se acomodan entre los sofás y el suelo.



   El fin de semana ha llegado más pronto de lo esperado y con ello, ha llegado el momento de tomarse un pequeño descanso. Guarda la ropa en aquella mochila junto con la bolsa de aseo y algunas tonterías más.
-¿Quieres llevarte el coche?- Su padre entra en la habitación y pregunta curioso.
-No, tranquilo. Dinna pasa a buscarme.- Sonríe levemente.- Bueno, ya lo tengo todo.
-¿Segura? Que siempre te olvidas de algo.
-Papá, que lo llevo todo.- Repite, aunque esta vez lo dice riendo.
   El claxon de un coche suena y la joven coge su mochila. Le da un beso en la mejilla a su padre y baja las escaleras para llegar a la planta baja de la casa.
-¡Rox! ¿Vendrás mañana a comer?- Su madre aparece por la puerta de la cocina.
-No lo sé, os llamo.
-Vale cielo. Que pases buena noche.
   Le da un abrazo y sale a la calle. Dinna está apoyada en un Nissan Micra del 2005.
-Bonito coche.- Se dan un abrazo y la pelirroja suelta una carcajada.
-Es de segunda mano. Ya tiene unos años...
-Me gusta igualmente.
-¡Adiós hija!- Su padre, que estaba en la puerta, mueve el brazo a modo de despedida.
-¡Hola señor Olivier!- Dinna sonríe alegre.
-¡Adiós!- Rox entra en el coche y se abrocha el cinturón, al igual que hace la dueña del vehículo.
-¿Preparada para una noche de viernes?
-Si te digo la verdad, no lo entiendo muy bien... ¿Noche de chicas o algo así?
-Más o menos. En realidad, todos los meses quedamos un viernes en casa de Rosalya y hacemos lo típico: ver películas, comer hasta cansarnos, hablar de tonterías...
-Noche de chicas.- Aclara la joven.
-A medias. Ya lo entenderás...
   Dinna conduce por las calles de aquella cuidad, mientras que tararea la melodía de una conocida canción de pop.
-Hey, I just meet you, and this is crazy...
-But here's my number...
-So call me maybe!- Continúan las dos.
   Siguen cantando hasta que finaliza aquella pegadiza letra.
-Pensé que sólo te gustaba el rock...
-¡Qué va!- Dinna suelta una carcajada.- Me gusta mucho, sí. Pero desde pequeña he escuchado las canciones que salían en la radio... Por lo tanto, sigo teniendo mi lado pop. Aunque David quiera acabar con ello.
   La conductora aparca frente a la casa de Rosalya y amabas bajan de allí tras haber cogido las cosas. Caminan unos cuantos pasos y llaman al timbre.
-¡Hola!- La chica saluda con energía.
-¡Guapaaaaas!- Alexy aparece tras la anfitriona de la casa.
-¿Alexy?- Rox le mira curiosa y lo piensa por unos segundos... Ahora entiende lo que quería decir Dinna.- No sabía que estarías aquí.
-Pues ahora ya lo sabes...- El chico sonríe levemente y se encoge de hombros.- Formo más parte en el grupo de las chicas...
   La joven le devuelve la sonrisa y le saluda con un pequeño abrazo. Está claro que aún tiene que descubrir muchas cosas de ellos.

sábado, 4 de abril de 2015

Capítulo 3.

   Otra tarde más, ensayan las canciones que creen convenientes. Aunque esta vez, ensayan una de las favoritas del guitarrista...
   Junto a Luke, canta la letra mientras que toca los acordes con la guitarra eléctrica. Por un momento desvía su vista y ve que la novata, que está sentada en una de las mesas junto a Rosalya, canta también. Sonríe y sigue con lo suyo, hasta finalizar con aquella canción. Deja la guitarra en su sitio y baja del escenario para coger una botella de agua.
-No sabía que cantarías tú también.- Max mira a Rox con diversión.- Pensé que lo tuyo sería el pop y esas cosas.
-“My songs know what you did in the dark” es una canción muy buena. – Ella también sonríe.- Escucho rock, aunque no lo parezca…
-Haces bien.
-Le encanta Fall Out Boy.- Luke le da un codazo a su amigo.- Al final te acostumbrarás a escuchar las canciones y te las sabrás de memoria…
-No dudo de ello.
-Oye, ¿no venía Alexy con vosotras?- David se acerca hasta las dos chicas con curiosidad.
-Qué va.- Rosalya se encoge de hombros.- Ha preferido ir de compras y me ha dejado aquí tirada. Menudo amigo.
-Sabes que te encanta estar aquí.- Max le guiña el ojo y la joven se sonroja.- Admítelo.
-Te puedes ir a la mierda.- La chica mira a Luke de reojo, pero él como siempre, tan despistado que no se da cuenta de nada.
   Rox sonríe al comprender todo aquello. Aunque sólo lleva dos días juntándose con ellos, empieza a entender algunas cosas que suceden en el grupo.
-¿Hay algo entre vosotros?
-Ojalá…- Suspira.- Pero no tiene el mismo interés, somos amigos y hasta ahí.
-Todo puede cambiar. Quién sabe…- Dinna le da un abrazo.
-Cambiemos de tema, mejor.
   La chica asiente con la cabeza. El silencio se hace presente en el local hasta que Max decide animar el ambiente.
-Bueno, ¿seguimos ensayando? Me gustaría ver si la novata se sabe alguna canción más…
-Depende de cuál ensayéis.- Ella sonríe.- Que tampoco soy una experta en el rock.
-Tranquila, yo tampoco lo era.- Dinna suelta una carcajada.- Y mírame, ¡soy bajista!
   Los cuatro componentes del grupo suben al escenario y tras hablar entre ellos, ocupan sus lugares de siempre, aunque esta vez, Max lleva la voz principal. David coge sus baqueta. Al tercer toque, comienza a sonar una melodía muy conocida. Sin duda, esta canción es una clásico de The Rolling Stones.
   Las dos jóvenes se ponen de pie y empiezan a cantar junto al moreno de ojos grises y los demás. ¿Quién no habrá escuchado “Satisfaction” alguna vez? Max se divierte al ver que todos se animan tanto.
   La puerta del local se abre y los gemelos entran cargados con varias bolsas que dejan por ahí tiradas. Sin dudarlo, se unen al concierto que tienen allí montado. La tarde ha comenzado de buenas maneras y parece que va continuar mejor de lo esperado.



   Las primeras semanas han seguido avanzando con normalidad, a pesar de que ya les han puesto los primeros exámenes del curso. Puede que los profesores se hayan precipitado, pero al ser el último año, todo va más rápido y es normal que ya deban empezar a estudiar.
   Sale de la clase y sonríe al ver que Dinna está fuera esperando. Se dan un pequeño abrazo y ella suspira.
-¿Cómo te ha ido?- Pregunta con curiosidad.
-Creo que bien, ¿y a ti?- Dinna empieza a caminar por el pasillo mientras que Rox camina tras ella. No saben qué hacer, ya que aún queda un rato para el cambio de clase.
-No lo sé…
-Seguro que ha salido bien, tranquila.
   Doblan la esquina en dirección a la cafetería. Ven que Luke y Albert están allí, sentados en la mesa de todos los días. Podrían decir, que ese es su sitio. Se acercan hasta ellos y les saludan.
-Voy a comprar, ahora vuelvo.- Rox deja su mochila y coge el dinero que había en el interior de ésta.
-Te acompaño, espera.- Su amiga también deja las cosas y se aleja de la mesa para ir a la barra y comprar.- ¿Te has fijado en las chicas que están allí sentadas?
-Sí, no han dejado de mirarles…
-Exacto…- Dinna asiente con la cabeza.- Destacan por estar en un grupo de música, todo el instituto nos conoce por eso. Y bueno, digamos que ellas son una especie de acosadoras o yo que sé.
-Pero Albert no forma parte del grupo…
-Pero se juntan con nosotros y eso para ellas es suficiente...
   Rox paga una botella de agua y un sándwich. Tras hacer esto, regresan a la mesa junto a los dos chicos mientras siguen hablando del tema.
-Si saben que están en un grupo, es normal que llamen la atención.- Rox bebe un trago de su botella.- ¿Os han escuchado actuar alguna vez?
-Qué va. Si sólo tocamos en el local.- Luke se encoge de hombros.- No sé ni cómo la gente sabe lo del grupo.
-En fin… El caso es que se acercan por atracción y por morbo. Da igual si os han escuchado o no, lo más seguro es que se hayan montado una historia en la cabeza y creerán que pueden tener algo con vosotros.
-¿Insinúas que estoy bueno?- La voz de Max hace que se sobresalte.- Nunca lo había pensado así…
-¡Max! ¡Me has asustado!
-Tampoco ha sido para tanto.- Se sienta en una de las sillas libres.- Entonces… ¿Soy guapo?
-Digamos que eres el guitarrista de un grupo de rock, eso les pone.
-Soy un guitarrista guapo, tienes que admitirlo.
   Rox niega con la cabeza y eso le hace reír. No ha respondido, por lo tanto le tiene que parecer guapo, está claro.
-Bueno, ¿quedamos esta tarde en mi casa?- Luke les mira a todos.- Que yo necesito ayuda con Economía.
-Que sí pesado, que luego vamos.- Albert asiente con la cabeza.- ¿A las cinco y media?
-Perfecto.
-David y yo no vamos a ir...- Dinna se encoge de hombros y sonríe.- Que se os de bien la tarde de estudio.
-Qué cabrones.- Max suelta una gran carcajada.- Usad protección, que es pronto para que haya niños en los ensayos.
-¡Max! ¡Eres un bestia!- La chica le da un codazo en las costillas.
-Eso dicen todas…- Murmura sin ser escuchado.
   El timbre suena indicando el inicio de otra nueva clase. Salen de la cafetería cuando los pasillos se empiezan a llenar de gente. A unos les toca Música, mientras que Rox debe ir a clase de Diseño.
-Luego nos vemos.
-¡Hasta luego!- Dinna le da un beso en la mejilla.- Ten cuidado y no te pierdas por ahí, que luego entras en dónde no debes…
-Dinna, te puedes ir a dónde yo te diga.- Ambas se ríen.
-Menos charla y vete a tu clase de una vez, pesada.- Max sonríe burlón.
-Vete tú a la tuya, no te jode.
-No te pases de lista, guapa.
-Gracias.- Le guiña el ojo y sonríe. Ella se marcha por uno de los largos pasillos. Hasta que la ven desaparecer, no caminan hacia su siguiente clase.
   Luke y el moreno de ojos grises se quedan por detrás de Albert y Dinna.
-¿Qué ha sido eso?- El castaño mira a su mejor amigo.
-¿El qué?
-Max… Has estado agradable con ella.
   Él se empieza a reír y eso desconcierta a su amigo.
-Quién sabe… Lo mismo es que me cae bien a pesar de ser una novata.
-Ya claro, y a mí me tomas por idiota.