miércoles, 29 de julio de 2015

Capítulo 14.

   Resopla al ver que son las nueve de la noche. Sin decir ninguna palabra, comienza a guardar sus cosas en la mochila que había traído.
-¿Te marchas ya?- Max levanta la vista de sus apuntes.
-Sí... Se hace tarde...
   El chico piensa por unos segundos y la pregunta sale sola de su boca.
-¿Quieres quedarte a cenar?
-Bueno... No sé...
-Te prometo que no estudiaremos más, de verdad.- Rox suelta una carcajada al escuchar aquello.- Te lo prometo.
-Llamaré a mi madre, dame unos minutos.- La chica coge su móvil y sale de la habitación para hablar tranquilamente. Marca el número de su casa y espera a que alguien responda.
-¿Diga?
-Hola papá, ¿puedo hacerte una pregunta rápida?
-Si es rápida sí, dime.- Ambos se ríen.
-¿Puedo cenar en casa de Max?
-¿Quién es Max? ¿El chico al que le has dado clase?
-Sí, es ese.
-Bueno, de acuerdo. Pero no vengas muy tarde cielo.
-Descuida, si me retraso, vuelvo a llamar.
-Vale, un beso Rox.
-Un beso.- Cuelga y entra de nuevo en la habitación del guitarrista. Ya ha recogido los libros y el escritorio ha quedado despejado.- Me quedo a cenar.
-Bien, ¿qué te apetece?- El moreno de ojos grises camina hacia la puerta y sale de allí, seguido de Rox.
-No sé, con cualquier cosa me conformo, eh.
-¿Con cualquier cosa?- Pregunta divertido.
-Comida, Max...- Suspira y llegan hasta la cocina.
   El chico abre la nevera y empieza a mirar entre los diferentes productos que hay allí. Saca una bandeja sin abrir y la deja sobre la encimera.
-Hamburguesas. ¿Te parece bien?
-Sí, claro.- Ella asiente con la cabeza.- ¿Necesitas ayuda?
-Con que pongas la mesa, es suficiente.- Max coge una sartén que pone al fuego.- ¿Cómo te gustan?
-Con pan y queso.
-¿Solamente?
-Solamente.- Se encoge de hombros y coloca dos platos en la mesa que hay allí.- Soy un poco rara, no hace falta que me lo digas.
-No, tranquila. Cosas más raras me han contado.- Max sale de la cocina y llega hasta el salón, donde enciende la cadena de música con uno de sus grupos favoritos sonando. Regresa a la cocina con una sonrisa.- Todo es mejor con música.
-Fall Out Boy, como no.
-Tienen canciones increíbles.
-No te lo niego.
-¿Cuál es tu grupo favorito?
-Seguro que me dices algo negativo cuando lo sepas.
-¿Por qué iba a decir algo malo? Venga.
-Maroon 5.
-Son muy buenos. Me encanta la canción "Misery".- Sonríe divertido y empieza a entonar el estribillo mientras se mueve por la cocina.- I am in misery, there ain't nobody who can comfort me...
-Why won't you answer me? The silence is slowly killing me...- Sigue cantando Rox.
-Girl you really got me bad, you really got me bad... I'm gonna get you back, I'm gonna get you back.- Max mira a la joven al decir esta última parte.
   Rox se queda callada. Intuye que aquello es una indirecta, pero prefiere no seguir el juego. No en estos momentos.
-Cantas muy bien.- El chico intenta romper el silencio.
-Seguro...- Ironiza mientras muestra una sonrisa.
-Lo digo en serio. Tienes una voz muy bonita.
-Mm... ¿Gracias?- Se sonroja levemente y eso hace que Max se ría.- ¡No te rías! ¡Haz la cena ya! ¡Que te distraes!
-¡A sus órdenes señorita!
   El chico de ojos grises empieza a preparar la cena con ayuda de la chica, que insiste en querer ayudar.
-Rox, te puedes sentar, que no me importa acabar esto solo.
-Insisto, te ayudo.
-Eres cabezona, eh. Si esto ya está.- Max apaga el fuego y pone la carne en un plato. Lo deja sobre la mesa y abre el frigorífico en busca de bebida.- ¿Qué quieres tomar?
-Agua, por favor.
   Asiente con la cabeza y saca una jarra. Llena dos vasos y la deja sobre la encimera.
-A ver qué tal están...- Rox le mira divertida.
-Bien ricas, soy un excelente cocinero, ¿qué esperabas?
   La chica de ojos verdes sonríe y le da un primer mordisco a su cena. Tras unos segundos en silencio, le mira.
-No están mal.
-Te dije que soy un cocinero estupendo.
-Qué egocéntrico eres, tío.- Rox le da un codazo haciéndole reír.
   Max se encoge de hombros y eso hace que ella sonría. Al final la tarde del sábado no ha terminado tan mal.



   El lunes ha llegado antes de lo esperado. A ninguno le hace gracia tener que estar allí, pero lo intentan llevar lo mejor que pueden. Rosalya camina hacia las escaleras con los auriculares puestos. Divisa a Alexy, Dinna y Rox y se acerca hasta ellos.
-¡Buenos días!
-¿Buenos? ¿Qué tienen de buenos los lunes?- Dinna sostiene los libros de la primera clase en la mano.
-Son buenos si te levantas escuchando música.- Le pasa uno de los auriculares a su amiga y ésta sonríe en cuestión de segundos.
-Vale, tú si sabes empezar los lunes con el pie derecho.
-¿Qué canción es?- Alexy pregunta curioso.
   Las dos amigas se miran entre ellas y de un momento a otro, cantan a todo pulmón:
-Let's go! Crazy, crazy, crazy till we see the sun... I know we only met but let's pretend it's love... And never, never, never stop for anyone...
-Tonight let's get some... And live while we're young!- Alexy y Rox se unen y acaban cantando el estribillo de la canción.
-No me jodas... Fue mala idea venir.- Luke niega con la cabeza.
-Novata, me dijiste que te gustaba Maroon 5, no One Direction.- Max mira a Rox negando con la cabeza.
-Y me gusta Maroon 5, pero también me gusta One Direction.
-¡Así se habla!- Rosalya choca la mano con su amiga.
-Bueno, vamos a clase que toca con Fray.- Albert sube las escaleras el primero, seguido de los demás.
   Al llegar a la primera planta entran en el pasillo que les lleva hasta la clase.
-¡Hola chicos!- Nyx y Aisha se acerca hasta ellos.
-Buenos días.- David sonríe.- ¿No deberíais estar ya en clase?
-Realmente hemos venido para nada. Ha faltado nuestro profesor de Historia y nos lo acaban de decir.
-Os han jodido pero bien, eh.- Max se empieza a reír.
-Tú como siempre, tan amable.- Nyx le da un codazo.
-Aisha, esta tarde vamos a ensayar.- Luke mira a la joven, que como siempre, permanece algo callada.- Hemos quedados a las cinco.
-De acuerdo, ¿tengo que llevar algo?
-No, tranquila.- David niega con la cabeza.- ¿Sabes la dirección?
-La puedo acompañar yo, si no os importa.- Nyx mira a su amiga sonriendo.
-Tranquila, puedes venir.
-Bueno, pues a las cinco estaremos allí. ¿Alguno de vosotros irá?- Aisha mira a los gemelos, a Rox y a Rosalya, que han permanecido al margen de la conversación.
-Seguramente.- Alexy sonríe.- Chicos, viene Fray, vamos.
-¿Os vemos en el descanso?- Rosalya mira a las dos amigas.
-Sí, claro.- Nyx asiente con la cabeza.
-Yo no creo... Os veré esta tarde.
-Bueno, yo luego os espero en la puerta de la cafetería. Hasta luego.
   La castaña entra en clase y ocupa su sitio de siempre junto a Rox. Fray cierra la puerta y da comienzo la clase de Economía.
-Tengo los resultados del examen pasado...
-¿Malos o buenos?- Pregunta Albert curioso.
-Señor Monroe, usted ya sabe su nota.
-Pero bueno, pregunto en general.- El gemelo de pelo oscuro se ríe.
-Han sido buenos, sí. Y si usted hubiese estudiado, su nota sería buena.
-Para el siguiente estudio, lo prometo.
-Sí, claro.- David le mira divertido.- Eso no te lo crees ni tú mismo.
-Bueno, abran el libro por el tema tres y al final de la clase repartiré los exámenes.- Fray esboza una sonrisa. ¿Qué sería de sus clases sin ese grupo del fondo?



   Ocupan una de las mesas que hay vacías al final de la cafetería. Han formado pequeños grupos y cada uno habla de temas diferentes.
-Sigo pensando que merecía más nota.- Max suspira.
-El próximo saldrá mejor.- Alexy le intenta animar.- No te preocupes, tío.
-Me preocupo porque necesito una media alta para poder entrar en la Universidad...
-¿Qué quieres estudiar?- Rox pregunta curiosa.
-Ingeniería mecánica.
-¿Lo dices de verdad? Pensé que te gustaría estudiar algo relacionado con la música.
-Me gusta la música, pero soy más de coches.- Sonríe.- Además, me gustaría tener mi propio taller mecánico. Es un sueño que tengo por ahí suelto. ¿Y tú? ¿Qué quieres estudiar?
-Magisterio o Bellas Artes, aún no lo he decidido.
-Yo te veo siendo profesora.- Alexy asiente con la cabeza.- Además, con la paciencia que tienes con nosotros, vales para ello.- Se ríe.
-¿De qué habláis?- Albert se mete en aquella conversación.
-De lo que va a estudiar Rox.
-Yo quiero estudiar Desarrollo y Programación de Videojuegos.
-Con eso sí que te veo.- Su hermano se ríe.- Todo el día creando animaciones en 3D, un sueño para ti, eh.
-Pues claro. ¡Me lo pasaría genial!
   La chica se empieza a reír. Una imagen de Albert creando videojuegos pasa por su cabeza. Está claro que ese es su futuro.
-Voy a por algo de beber, ahora vuelvo, ¿alguien quiere algo?- Nyx se pone de pie y mira a todos los presentes en aquella mesa.
-Si me traes una chocolatina... Te lo agradecería mucho.- Rosalya sonríe divertida.
-Yo quiero un sándwich, que tenían muy buena pinta...- Dinna saca su monedero y le extiende unas monedas a su amiga.
-De acuerdo, ¿nada más?
-No.- El resto se conforma con lo que hay.
-Te acompaño.- Albert se levanta de su silla y junto a la chica de pelo rubio, camina hacia la cola que hay para pedir en la barra.- ¿Cómo es que no ha venido Aisha?
-Estaba con Nathan y el resto...- Suspira.- No digo nada.
-¿Ocurre algo?- Pregunta realmente interesado.
-No entiendo cómo puede salir con él. Es igual que Andrew. En cuanto menos lo esperemos, estará con otra y Aisha lo pasará realmente mal.
-Son mejores amigos. De tal palo tal astilla.- Niega con la cabeza.- No entiendo por qué te juntas con ese grupo, eres completamente lo opuesto a ellos. Al igual que Aisha...
-Que Nathan y Andrew sean unos cabrones no significa que el resto sean mala gente... Puede que se den muchos aires de grandeza, pero en el fondo son personas que vale la pena conocer.
-Si tú lo dices...
   El turno les llega y Nyx pide lo que le han encargado sus amigas. En cosa de pocos minutos, están regresando a la mesa con todo en una bandeja.
-Ya estamos aquí.- El gemelo de pelo oscuro ocupa de nuevo su asiento.
-La chocolatina, el sándwich... Y por si a alguien le interesa, he comprado una bolsa de patatas.- La chica lo reparte todo y se sienta en la silla de antes, junto a Dinna.
-¡Yo quiero!- Alexy coge la bolsa y la abre con una sonrisa divertida,- Te quiero Nyx Cornish.
-Con que me dijeses "te quiero" bastaba.
-Bueno, pues te quiero.
   La media hora de descanso acaba y con ello, deben volver a clase. Abandonan la cafetería y esta vez, unos tienen clase de Música y otros tienen clase de Dibujo.
-Nos vemos luego...- Luke le da un cálido beso a Rosalya.
-Id a un hotel...- David se empieza a reír.
-Como si tú no besaras a Dinna.
-¡Eso te ha tenido que doler!- Max le da unas palmadas en la espalda y de esa forma, ponen rumbo a clase.

sábado, 25 de julio de 2015

Capítulo 13.

   Sigue con la tarea de pintarse las uñas mientras tararea una melodía que sale por la radio. Lleva más de media hora con esto, pero tienen que quedar en perfectas condiciones.
   La puerta de su habitación se abre y la que ahora es su mejor amiga, entra con una gran sonrisa.
-¿Cómo has entrado?
-Me ha abierto tu padre...- Responde obvia.- ¿Piensas que soy capaz de colarme en tu casa?
-Yo que sé.- Rosalya se empieza a reír.- Anda, cierra la puerta y ven aquí.- Le da golpes al colchón y la joven obedece. Ocupa un sitio frente a ella y deja su bolso a un lado de la cama.- ¿Qué es eso tan importante que tienes que contarme?
-Me ha llamado Brandon hace unas horas... Me ha preguntado si quería ir con él hoy al cine.
-Espera, espera, espera. Brandon Lewis. El delegado de clase. El buenorro de los ojos verdes. ¡Joder!
-Sí, ese Brandon... Le he dicho que luego le llamaba y le confirmaba.
-¿Pero eres tonta o qué te pasa? ¿Por qué no le has dicho que sí?
-Porque antes de que él me llamara, lo hizo Max. Me pidió ayuda con Historia y Literatura...- Resopla y se pasa las manos por la cara.- Si te digo la verdad, me gustaría pasar algo de tiempo con Max.
-Rox... ¿Me puedes decir qué narices hay entre vosotros?
-No hay nada. Te lo aseguro.- Afirma con sinceridad.- Pero por otra parte no me gustaría pasar el sábado frente a unos libros.
-Uh... Pero, ¿ya le has dicho a Max que le ayudarías?
-Sí, bueno... Y me sentiría muy mal si no le ayudo y me voy con Brandon. Pero entiende que no quiera pasar el sábado estudiando.
   Rosalya deja el pintauñas de color azul sobre su mesa de noche y coge su móvil. Marca un número y espera a que alguien responda al otro lado de la línea. Rox no entiende nada, hasta que su amiga menciona el nombre de la otra persona.
-Alexy una duda rápida.- Pone el altavoz dejando que la joven pueda escuchar la conversación.
-Dime.
-Si tuvieses que elegir entre estudiar con Max y salir con Brandon... ¿Qué harías? Piensa como Rox por un momento.
-¡No jodas! ¡Max, Max! ¡Yo me quedaba con Max!
-¿Te gusta Max?- Rox pregunta elevando la voz.
-¡Qué dices! ¡Es como mi hermano tía! Le aprecio demasiado.
-Rox, ¿ya lo tienes claro?- La castaña mira a la joven que suspira.- Vale que Brandon sea un buen partido, porque todo hay que admitirlo... Es guapo, saca buenas notas, es el delegado y encima te pide salir con él.
-Lo estás arreglando, joder.- Alexy se ríe al otro lado de la línea.
-¡No me has dejado acabar!- La chica resopla.- Pero Max también es un partidazo...
-Exacto.- Secunda el rubio al otro lado de la línea.
-Es difícil tratar con él, pero le conoces de más tiempo, está como un tren pero no se lo digáis a Luke, y quieras o no, tienes que admitir que esos piques que tenéis... Significan algo en el fondo.
-No significan nada, pesada.- Insiste.
-Sí claro... Seguro.
-Bueno, quedo con Max y ya está, ¿no?
-¡Sí!- Sus dos amigos responden casi al unísono y eso la hace sonreír.
-Sabes que al final, no estudiaréis una mierda.- El rubio responde obvio al otro lado.- Se distraerá y tú harás lo mismo.
-Yo que sé. Bueno, pues me voy a casa, que tengo que comer y me tengo que preparar.- Rox se levanta de la cama de su amiga y coge su bolso dispuesta a marcharse ya.
-¿En tu casa o en la suya?- Pregunta Rosalya curiosa.
-En la suya.
-¡Usad protección!
-Mira que eres imbécil, Alexy.- Y riendo, sale de la habitación de su amiga.



   Termina de mirarse en el espejo dando el visto bueno a lo que ve. Por una vez no perderá tiempo en estar listo. Sale de su habitación y llama a la puerta que hay frente a la suya.
-¡Adelante!
   Gira el pomo y abre. Niega con la cabeza al ver aquel panorama, que como siempre, es el mismo.
-¿Te vienes a dar una vuelta?
-¿Ahora? ¡Estoy en mitad de una partida muy importante!- Albert pulsa otro de los botones del mando y sigue concentrado en la pantalla.
-¿De verdad piensas pasar el sábado de esta forma? ¡No me jodas!
-¡Pero es que es importante!
-Qué pena, tío.- Alexy suspira.- Bueno, yo me voy. Si al final decides salir de la cueva, me llamas al móvil.
-Sí, sí.- Su hermano asiente sin prestarle mucha atención y él sale del dormitorio.
   Ten hermanos para este tipo de cosas. Desciende las escaleras y camina hasta el salón para despedirse de sus padres. Como era de esperar, cada uno está a lo suyo. Su padre viendo la televisión y su madre leyendo una de las muchas revistas de cotilleo que suele comprar.
-Me voy a dar una vuelta.- Anuncia sonriendo.
-Vale hijo, ¿te llevas el coche?- Su padre le mira curioso.
-Sí, voy con el coche.
-¿Con quién vas?- Su madre deja de leer para poder hablar con él.
-Solo.
-¿No va tu hermano?
-¿Albert? Mamá, como si no le conocieras. Si está pegado al mando de la Play.
-Bueno, bueno.- La mujer se encoge de hombros.- Ten cuidado, ¿te esperamos para cenar?
-No creo, de todas formas os llamo.
-Vale.- Su padre asiente con la cabeza.- A ver qué haces por ahí.
-Papá...- Se empieza a reír.- Bueno, me voy. Hasta luego. ¡Os quiero!
-Y nosotros a ti.
   Coge las llaves que están en la entrada y sale de su casa. Camina hasta el coche que está aparcado a escasos metros y abre la puerta del conductor. Arranca y conduce sin saber qué hacer. La intención era salir de casa, pero no sabe a qué lugar ir. Para en un semáforo y piensa por unos segundos. Una pequeña sonrisa asoma su rostro. Ya lo ha decidido.
   Enciende la radio y tararea la canción que suena en ese momento. Sale de Denver y se fija en uno de los carteles. Westminster será su próxima parada.
   Apenas hay tráfico y en apenas veinte minutos ha llegado a su destino. Aparca el coche en una plaza libre y sale de él. Se asegura de dejarlo cerrado y camina hasta la entrada de aquel local que tantas veces a frecuentado.
-¡Alexy! ¡Cuánto tiempo chaval!- El portero le saluda con un apretón de manos y una gran sonrisa.
-Hola Diego, ¿hay mucha gente?
-Bastante. Es sábado, ¿qué esperabas?- Se ríe al escuchar eso.- Anda, pasa, pasa.
   El rubio asiente con la cabeza y entra. La música alta retumba en sus oídos, pero eso no le importa. De tantas veces que ha estado allí, ya se ha acostumbrado.
-¡Alexy!- Un chico se acerca hasta él y le da dos besos.- ¿Por qué no has venido antes? ¿Te parece normal no venir en dos meses?
-¡No exageres! ¡Vine el mes pasado! Y tengo excusa, estoy de exámenes.
-Bueno, bueno... Entonces te perdono.- El joven se ríe.
-¿Quiénes estáis?
-Los de siempre y unos chicos nuevos...- Responde divertido.
-Verás... ¿A quién no me tengo que acercar, Brad? Porque esa sonrisa...
-A Cameron Britt.
-Bueno, bueno. ¿Vamos?
   Brad asiente con la cabeza y le lleva hasta uno de los reservados, como siempre. Desde que frecuenta este sitio, siempre anda por esa zona.
-¡Mirad quién ha venido!- Anuncia Brad con una bonita sonrisa.
-¿Dónde te metes? ¡Hace mucho que no te vemos!- Los chicos se acercan a saludarle emocionados.
-Me alegro de veros.- Sonríe.- Hola, soy Alexy Monroe.
-Cameron Britt.- Mira de reojo a Brad y sonríe.- Él es Jacob Stone y él es Elliot Wood.
-Encantado.- Les saluda con un apretón de manos.- Bueno qué, ¿alguno se anima a bailar?
-¡Me apunto! ¿Vienes Cameron?- Brad mira al chico sonriendo.
-Claro, vamos.- Los dos chicos desaparecen de allí en cuestión de segundos.
-¿Se anima alguien más? ¡No me iréis a dejar solo con ellos!
-¡Si a ti se te da genial conocer gente!- Uno de sus amigos le da unas palmadas en la espalda.
-Saca a Elliot. Es un poco cortado.- Jacob mira a su amigo y éste niega con la cabeza.- ¿Ves? Es muy cortado.
-Si no quieres bailar, podemos ir a por algo de beber, eh...- Alexy se fija en él. Cabello castaño, ojos marrones, espalda ancha... Más o menos son la misma altura. El chico no está mal, pero si es tan vergonzoso, no le interesa mucho.
-Bueno... Vale.- Se encoge de hombros.
   Caminan hacia la barra y esperan a ser atendidos.
-¿Es la primera vez que vienes?- Pregunta Alexy intentando evitar que no se sienta incómodo.
-Sí.- Admite con una pequeña sonrisa.
-Pero... ¿Por que no sabías de este sitio o por otra cosa? Si no es mucho preguntar.
-Digamos que por ambas cosas.- Elliot suelta una leve risa.- ¿Y tú? Veo que vienes con frecuencia... ¿Desde cuándo?
-Llevo viniendo cerca de dos años. Fue idea de mi mejor amiga, y aquí estoy.
-¿Tu mejor amiga te trajo aquí?
-Oh, sí. Rosalya estaba empeñada en que tenía que conocer gente. Y el sitio más cercano a Denver, era este.
-¿Eres de Denver?- Pregunta sorprendido.
-Sí, ¿por qué?
-Yo también soy de allí.
-¿En serio? No me suenas de nada...- Alexy sonríe al ver que el chico empieza a soltarse más.
   Una camarera les atiende y ellos siguen hablando mientras se toman lo que han pedido en la barra. La conversación se anima bastante y eso les da oportunidad de conocerse un poco más.



   El timbre de la casa suena y eso le despierta de su siesta. Se levanta y abre la puerta encontrando a su novia allí plantada. Deja que entre y le da un cálido beso en los labios.
-¿No decías que llegabas a las ocho y media?
-Luke, son las ocho y media.
   El castaño se fija en el reloj de la pared. Bueno, se ha despistado un poco, pero no pasa nada.
-Lo mismo me matas o algo pero...
-Se te ha pasado la hora y no has puesto la pizza en el horno. Como si no te conociera...- Rosalya se quita el abrigo y lo deja en el salón junto con el bolso.- Eres un desastre.
-Yo lo admito...
-No te queda otra.- La joven se empieza a reír.- Anda, pon el horno a calentar y yo preparo las cosas mientras... ¿Qué estabas haciendo para no darte cuenta de la hora?
-¿Te digo la verdad?- Luke se empieza a reír al ver que ella asiente con la cabeza.- Me había quedado dormido.
-Luego te quejas de nosotros, eh.
-¡Pero si es que sois todos unos dormilones! Y además de dormilones, sois todos unos vagos.
-¡Yo he venido hasta aquí!- Rosalya hace un puchero y el joven le da un abrazo.- Con el frío que hace en la calle encima.
-Yo te agradezco que hayas venido.- Sonríe.- Bueno, iré a preparar la pizza. ¿Te quedas aquí esta noche?
-Claro, dile tú a mi padre que me quedo en casa de mi novio.- La chica se empieza a reír.- Estoy segura de que me va a dejar.
-¿Saben que estamos juntos?
-No.- Niega con la cabeza.- Aún no les he comentado nada...
-Yo creo que si se lo dices, nos acabarán felicitando.- Aquel comentario les hace reír a ambos.- Lo estaban esperando en el fondo.
-Seguro. Bueno, vete a hacer la pizza, anda. Voy colocando todo esto.
-Voy, voy.- Luke suspira y camina hacia la cocina. Enciende el horno y saca la pizza del congelador. Se asegura de que todo va bien y abre la nevera.- ¿Qué quieres beber?- Eleva la voz para que Rosalya pueda escucharle.
-¡Agua!
-¿No quieres una cerveza?
-¡No! ¡Ni de broma! ¡Qué asco!- Se ríe ante la respuesta de la joven. Era de esperar que dijera eso.
-Bueno, bueno. Pues agua entonces.
-¿Cómo me puedes preguntar eso?- Entra la cocina y le mira seria.- Recuerdas lo que pasó la última vez que bebí cerveza, ¿verdad? ¡No me la vuelvo a jugar!
-Vale, vale. Yo no insisto. ¿Has puesto la película?
-Aún no, ¿por qué?
-Porque voy a meter ya la pizza. Mientras se hace, podemos verla.
   La chica asiente con la cabeza y se marcha de allí. Luke deja la cena en el horno y camina hacia el salón. Apaga la luz y se acomoda junto a Rosalya en el sofá para ver la película.
-¿Cuál has puesto?
-Lo mismo me mandas a la mierda, pero es que... La he visto en la estantería y...
-No me digas que has puesto una de dibujos...
-¡No, no, no! He puesto "Superman".
-Ah, bueno. ¿Por qué te mandaría a la mierda? Me gusta esa película.
-¡Yo que sé! ¡Tienes gustos tan diferentes a los míos que hay cosas que no sé!
-Bueno, bueno... No me comas.- Luke alza las manos en son de paz.
   La película comienza y los minutos empiezan a pasar. Se distraen tanto que se olvidan completamente de la pizza.
-¡Mierda!- Luke corre hacia la cocina.- Joder...
-¿Se ha quemado?
-No, qué va.- Ironiza.- Está en perfectas condiciones. Si quieres, cenas tú sola pizza quemada.
-Vale, lo he pillado.- Rosalya se cruza de brazos.- ¿Qué hacemos?
-Pedir una pizza. Porque otra cosa...
-Llama tú, yo recojo todo esto.- La chica le da un beso en la mejilla.- No pasa nada.
-Soy un desastre...
-Ha sido culpa de los dos, se nos ha pasado el tiempo. No te preocupes, Luke.
   El chico asiente con la cabeza y camina hacia el salón. Coge el teléfono fijo y tras unos minutos hablando con el restaurante, la cena queda encargada.

viernes, 3 de julio de 2015

Capítulo 12.

   Todos se ponen de pie dispuestos a abandonar el auditorio de una vez por todas. Son casi las diez de la noche y pretenden celebrar que ya han acabado con el tema de las audiciones.
-¿No os olvidáis nada?- Rox pregunta antes de llegar a la puerta.
-Lo llevamos todo, tranquila.- David le revuelve el pelo.- Gracias por haber venido.
-No las des.
-Nyx nos está esperando en la calle con el coche.- Anuncia Alexy mientras mira su móvil.
   Salen todos de allí se dirigen al aparcamiento donde una chica de pelo rubio y mediana estatura, espera apoyada sobre un Toyota Corolla del 2010. Se acercan hasta ella y todos saludan con unos ánimos increíbles.
-¡Cuánto tiempo!- Luke abraza a la chica.- Me alegro de verte.
-Lo mismo digo, enhorabuena, eh. Tantos años esperando...
-Calla.- El castaño se empieza a reír.
-Hola Max.- Se dan dos besos y un pequeño abrazo.- ¿Qué tal?
-Todo bien.- El joven sonríe.- Bueno qué, ¿vamos al Blow?
-¿Aún seguís en ese garito? ¿No os renováis o qué?- Nyx se empieza a reír.
-Es nuestro bar, no se cambia.- Albert niega con la cabeza y la abraza por los hombros.- ¿Y Aisha?
-Tenía que irse a casa, pero ha prometido que otro día saldría a tomar algo con nosotros.- Hace una pausa mientras que camina hacia su coche.- Gracias por elegirla.
-Lo ha hecho genial.- David sonríe.- A todos nos ha gustado que tocase una canción de Queen. ha ganado mucho con eso.
   El móvil de Dinna comienza a sonar. La joven se disculpa y se aleja para contestar y poder hablar en condiciones.
-Dime mamá.
-Dinna, siento mucho interrumpirte, pero necesitamos que vengas a casa.- El tono que utiliza no se gusta en absoluto.
-¿Qué pasa? ¿Estáis bien?
-Sí, tranquila, ¿vale? Ven a casa, por favor.
-Dame quince minutos, ahora voy.- Antes de colgar, suspira y pregunta con cierto temor.- Se trata de Dylan... ¿verdad?
   La respiración entrecortada de su madre lo confirma todo. Cuelga y guarda el móvil en el bolsillo de su abrigo. Camina con paso ligero hasta donde está su grupo de amigos y le da un fuerte abrazo a su novio. David preocupado, se lo devuelve. Algo no va bien.
-¿Qué pasa?- Pregunta intentando tranquilizarla.
-Tengo que irme a casa...- Les mira a todos mientras que sus ojos se cristalizan.- Ha pasado algo con Dylan. Lo siento chicos.- Se despide de ellos con un gesto y sale de aquel aparcamiento con paso ligero.
-Vete con ella.- Max golpea el hombro de David con afecto.- Te necesita.
   El chico suspira y asiente con la cabeza. Corre para alcanzarla ante la mirada de todos, que se quedan allí preocupados por lo que haya podido pasar.



   Un trago más y se pone de pie dispuesto a salir a la calle, a pesar del frío que hace a esas horas. Coge su abrigo ante la mirada de todos y se lo coloca.
-Me voy a fumar, ahora vuelvo.- Alexy mira a los presentes.
-Salgo contigo, no me encuentro muy bien...- Rox se levanta de su silla e imita a su rubio amigo.
-Venga ya, ¡pero si apenas te has bebido dos cervezas! Pensé que eras diferente, novata.
-No me toques las narices Max.
-Bueno, bueno. Ya me callo.- Levanta las manos en son de paz mientras que sonríe burlón. Le encanta fastidiar a la chica.
-¿Os importa si salgo con vosotros?- Nyx les mira antes de que se marchen.
-¡Vamos!- Alexy suelta una ligera risa.
-¿Me vais a dejar con estos tres?- Rosalya señala a los chicos que permanecen sentados en aquella mesa.- ¿Qué clase de amigos sois vosotros?
-¿Tan mala idea es quedarte aquí?- Luke pregunta ofendido, aunque en el fondo, la situación le resulte divertida.- ¡Mi novia no quieres estar conmigo, señores! ¿Qué he hecho mal?
-No te lo habrás currado en la cama.- Responde Albert con total naturalidad.
   Rosalya le mira seria y él se encoge de hombros, como si hubiese dicho algo normal.
-No me digáis que no habéis hecho nada todavía.
-¿Y a ti qué te importa?- La castaña le lanza un trozo de patata frita a la cara.- ¿Acaso insinúo yo tus intimidades? ¡No! ¡Cerdo!
-Bueno... Yo me voy de aquí...- Nyx se escabulle entre la gente al igual que hacen Rox y Alexy.
   Consiguen llegar hasta la entrada del local y salir a la calle. La morena de ojos verdes se frota las manos intentando evitar el frío. Cosa que no funciona ya que en menos de dos minutos, se queda helada.
-¿Te encuentras bien?- Nyx mira a la joven algo preocupada. Puede que no se conozcan de mucho, pero le ha parecido una chica muy agradable.
-Me duele la cabeza, no es nada.- Admite con cierta timidez.- No frecuento estos sitios, si soy sincera.
-Cierto.- Alexy expulsa el humo de su última calada para después dar otra.- En lo que llevas con nosotros has venido al Blow... ¿Cuatro veces? ¿Cinco?
-Cinco.
-Pocas entonces.- Nyx se ríe.- Pero todo es acostumbrarse, hazme caso.
   Rox sonríe levemente.
-¿Has vuelto a saber algo de...? Ya sabes quién.- El chico pregunta con cierto tono de enfado.
-No. Tampoco me interesa hacerlo.- La rubia de ojos marrones se cruza de brazos.- Sabes que tengo motivos para no querer saber nada de Jane. Al igual que vosotros...
-No tuviste culpa de nada...
-No es así cómo lo siento. Si hubiese sabido que las cosas acabarían así, no hubiese insistido en que Max y ella salieran juntos.
-¿Cómo ibas a saberlo?
-Por la forma en la que se comportaba Jane. Fui su mejor amiga durante muchos años... Y no me di cuenta de nada hasta que sucedió.
-No me quiero entrometer pero... No entiendo nada.- Rox se ruboriza y mira hacia el cielo nocturno.
-Es una larga historia.- Nyx se apoya sobre la pared de ladrillo que tiene a sus espaldas.- Si tienes tiempo, te la podemos contar.
-Tengo tiempo.
-Bien, pues yo que vosotras, ocupaba el banco que hay allí.- Alexy señala la calle que hay al otro lado.- No pienso estar más tiempo de pie.
-Pues vamos...
   Cruzan la calle y se acomodan en el bando de madera. Nyx carraspea su garganta para dar comienzo al relato.
-Hace unos años, yo me juntaba con el grupo. Y bueno, también se juntaba Jane, la chica que hemos mencionado.- Hace una pequeña pausa antes de seguir.- Antes de nada... ¿Sabes lo del padre de Max?
-Sí.- Rox asiente levemente.
-¿Lo sabes?- Alexy se sorprende de ello.
-Me lo contó hace poco, un día que estuve en su casa...
-¡¿Has estado en su casa?!
-Pasé a recoger unos apuntes y su madre me invitó a cenar...- La joven empieza a sonrojarse y eso hace que su amigo se empiece a reír.
-Típico de Dianne. Bueno, que nos desviamos del tema.- Alexy apaga el cigarrillo y tira la colilla al suelo.- Max y Jane empezaron a salir un año antes de que ocurriera lo de su padre. Todo iba bien, pero al ocurrir esto, las cosas cambiaron. Jane se volvió más distante, apenas estaba con él, siempre encontraba alguna excusa  para no verle. La relación se iba a la mierda poco a poco... Y se fue, por culpa de ella.
-¿Qué pasó?
-Creo que eso es algo que debería contarte Max...- Nyx se encoge de hombros.- Espero que no te moleste.
-No, no. Tranquila.- Rox asiente con la cabeza. Entiende que haya cosas que sólo debería contar el propio protagonista.- Pero... ¿Qué ocurrió después? ¿Por qué dejaste el grupo?
-Me sentía culpable por todo lo ocurrido. Creía que Max lo pasaría peor si estaba con ellos. Yo era la mejor amiga de Jane en aquellos momentos y de una forma u otra sabía que no le agradaba verme.
-Pero te equivocabas... Y mucho.- Alexy cierra los ojos con fuerza, intentando no soltar algunas lágrimas que amenazan son salir.- Todos lo pasamos mal. Por Max, por ti... Pero ahora estamos otra vez aquí, y eso es lo que cuenta.- Sonríe algo forzado y abraza a Nyx.- Espero que vengas más veces con nosotros.
   Rox sonríe con aquella escena. Aquella historia y aquel gesto, demuestran que el grupo guarda bastantes secretos y anécdotas, que espera escuchar algún día.
-Rox, ¡ven aquí!- Nyx incluye a la chica en aquel abrazo y eso les hace reír a los tres.
-¡La pequeña novata!- Alexy le da un sonoro beso en la mejilla.
-Mira que eres tonto...
   Sonríe con aquello y por fin en mucho tiempo, siente que éste es su grupo de amigos.



   Otro portazo más, otro insulto... La noche se complica por momentos y Dylan no entra en razón. Él quiere seguir con la vida que ha llevado hasta ahora.
-Pero hijo... Por favor, vamos a sentarnos y lo hablamos.- La madre del chico vuelve a llorar por enésima vez en lo que va de noche. Le duele ver el comportamiento que tiene su hijo ahora mismo.
-¡No tengo nada que hablar con vosotros! ¡Dejadme salir de casa! Punto.- El joven baja las escaleras de dos en dos. Llega hasta el salón donde su padre, su hermana y el novio de ésta esperan sentados.
-Papá abre la puerta.- Sin modales ni nada, mira al hombre con desprecio.- No me podéis tener aquí toda la noche.
-Dylan haz el favor de calmarte, ¿quieres? ¡Intentamos ayudarte!
-No necesito ayuda.
-¡Claro que la necesitas! ¡Tienes un problema! ¡Un problema que llevamos años tratando de curar! Y no quieres poner remedio.- El señor Gray eleva la voz y se pone en pie.- ¿No te das cuenta de lo que haces? ¿No te das cuenta del daño que le estás haciendo a la familia?
-¿A qué familia? ¿Esa que me ingresa en centros? ¿Esa que no me hace ni puto caso? ¿La que no ha ido ni una vez a verme? ¿Hablas de esa supuesta familia? ¡Porque yo no lo llamaría así!
-Dylan, no le hables así a papá...- Dinna respira hondo intentando no llorar.- Solo queremos hablar contigo, nada más.
-No te metas donde no te llaman Dinna.
-No es necesario que le contestes así.- David se pone en pie, enfrentando al chico pelirrojo que tiene delante.- Ni a ella ni a tus padres.
-Ya salió el novio protector. No sé qué haces aquí, no pintas nada en mi casa.
-¡Dylan Gray!- La mujer eleva la voz y eso le hace resoplar.- ¿Qué clase de vida piensas llevar? ¿Quieres seguir en la drogas? ¿Eso es lo que quieres? ¡Piensa hijo, piensa!
-Abrid la puta puerta. Solo os pido eso. Es simple, me marcho, no me volveréis a ver el pelo.
-No te lo veremos hasta que vuelvas a por más dinero, ¿no?- Dinna comienza a llorar.- ¡Volverás a por dinero para después de marcharte! Esa es la mierda de vida que llevas y no quieres poner remedio. No quieres admitir que tienes un problema con las drogas, que llevas años así. ¿No te has dado cuenta de que echamos de menos al Dylan de hace unos años? El que se pasaba horas y horas jugando con el ordenador. El que me ayudaba siempre que tenía problemas. El que se ofrecía a quedarse en casa y cancelaba sus planes sólo por estar con nosotros.- Hace una pausa mientras intenta calmarse, cosa que le resulta imposible debido al llanto.- El Dylan que tengo delante me da miedo. Me da miedo y mucha pena. Porque no se deja ayudar, porque no admite que tiene un problema. ¿Acaso crees que no nos importas? ¿Que no te queremos? ¡No sabes lo equivocado que estás! ¡Eres un maldito egoísta que sólo piensa en sí mismo! ¡Te odio! ¡Te odio Dylan!
   El chico se queda callado ante aquellas palabras que ha dicho su hermana pequeña. Sin esperarlo, las lágrimas empiezan a correr por sus mejillas. Nota los cálidos brazos de su madre, pero no se mueve.
-Por favor... Me quiero ir.- Dice en un susurro.
-¿De verdad quieres hacerlo?- David le mira por unos segundos y él asiente con la cabeza.- No sabes lo que haces, Dylan. Piensa por una vez, no les des más disgustos.
-Si te vas por esa puerta, no vuelvas.- Dinna se seca las lágrimas.- No quiero que vuelvas. No si sólo es para hacer daño.- Pasa por su lado y sube las escaleras sin decir nada más.
   Escuchan una puerta cerrarse y después un cerrojo que prohíbe la entrada a una habitación
   El señor Gray camina hacia la puerta y quita el seguro, dejando vía libre a su hijo.
-Si es lo que quieres, puedes irte.- Dice con tono apagado.- Pero no te quiero ver más por mi casa. No hasta que aceptes la ayuda que queremos darte.
   Dylan aparta los brazos de su madre y camina hacia la puerta. Al llegar, se gira para mirar a sus padres y a David. Éste ultimo niega con la cabeza bastante enfadado.
-Cuida de mi hermana. Y de ellos.- Es lo único que dice antes de cerrar la puerta y marcharse de allí.
   La madre del joven rompe a llorar y a pesar de que su marido intenta consolarla, ella sigue dejando que las lágrimas caigan sin cesar.
-Ve a ver cómo está Dinna...- El padre de familia lleva a su mujer hasta la cocina.- David, puedes pasar la noche aquí. Si quieres puedo hablar con tus padres y les explico la situación... Dinna te necesita y sé que sólo hablará contigo.
-Le agradezco la oferta.- Responde mientras camina hacia las escaleras.- Les llamaré yo, pero si quiere puede hablar con ellos.
-De acuerdo.
   El joven sube las escaleras y camina hasta la puerta del dormitorio de Dinna. Se toma unos segundos para tranquilizarse y llamar después.
-Soy yo, ¿me puedes abrir?
   El cerrojo suena y la puerta se abre, dejando ver a una chica con la mirada llena de decepción, rabia y lágrimas.
-No entiendo cómo puedes estar conmigo. Soy todo problemas.- Dice la chica sin mirarle.
-Con o sin problemas estoy contigo.
-No entiendo por qué lo haces.
-Porque te quiero.- David entra en la habitación y cierra la puerta tras él. Coge el rostro de la chica entre sus manos y le da un cálido beso.- Vais a salir de esto. Y yo voy a estar con vosotros, te lo prometo.