sábado, 21 de mayo de 2016

Capítulo 41.

   El último día de la semana ha comenzado realmente bien para todos. Por los pasillos aún suenan las canciones de Sweet Nightmare y la mayoría de alumnos ya se saben las letras de memoria. En el almuerzo, el grupo está sentado en la mesa de siempre. Hay muy buen ambiente entre ellos, algo que agradecen bastante.
-Callad, callad.- Rosalya les hace un gesto antes de poder centrarse en la música que suena por los altavoces del instituto.
   Para hacer la gracia, la castaña se pone de pie y sin tener vergüenza alguna, comienza a cantar la parte de Luke en "Dial". La gente que hay en la cafetería se fija en ella. Algunos sonríen por la escena mientras que otros la observan curiosos.
-¿Y esta es mi amiga?- Alexy señala a la chica divertido.- No la conozco.
   Rox animada por el espectáculo que está ofreciendo Rosalya, decide ponerse en pie y cantar junto a ella las partes que les corresponden a David y a Max. Y en el estribillo, las dos jóvenes empiezan a entonar con ganas. Así durante los siguientes minutos.
-All we ever share like... Dial tones.- Finalizan con unas sonrisas en la cara y los aplausos por parte de sus amigos.
-Gracias, gracias.- Rosalya se inclina antes de ocupar su sitio.
-Si el espectáculo va a ser así, creo que todos lo vamos a disfrutar mucho.- La directora se detiene junto a la mesa.- Buenos días, chicos. ¿Puedo hablar con vosotros?
-Sí, claro.- David sonríe amable.
-Venid a mi despacho, por favor.
   Los diez miembros del grupo se ponen en pie y salen de la cafetería siguiendo a la directora. Al llegar al despacho, todos entran y cierran la puerta. La mujer ocupa su asiento y les mira uno a uno.
-Quería saber cómo va todo. Lo estáis organizando por vuestra cuenta y bueno...
-Todo está en orden, señora.- Rox sonríe.- Hay muchos alumnos implicados en el concierto y estamos convencidos de que saldrá bien.
-Me fío de vosotros. ¿Quién lleva cada cosa?
-Del vestuario y la puesta en escena nos encargamos Rosalya y yo, junto con otros compañeros.- Alexy señala a su amiga con un gesto.- Mi hermano y otros alumnos se están ocupando de la iluminación y el sonido para que no fallen el día del concierto.
-Unos amigos y yo nos estamos encargando de darle toda la publicidad posible.- Nyx continúa hablando.
-Y bueno, Roxanne se encarga de supervisar nuestro trabajo y de la organización.- Aisha sonríe emocionada.
-Si no es mucha molestia, quería preguntarle algo.- La morena de ojos verdes llama la atención de la directora.- Estuve pensando que tal vez durante el concierto, podríamos poner mesas con bebidas y algo de comida... Y lo que quería preguntarle era que si podríamos coger algunas mesas del centro.
-Por supuesto, supongo que necesitaréis ayuda para llevarlas hasta el auditorio.- La mujer se pone de pie y rodea su escritorio.- Hablaré con algunos profesores y nos encargaremos de ello.
-Muchas gracias.
-¿Algo más que quieran comentarme?
-No, eso es todo.- Luke juega con una de sus pulseras.
-Bien, no os quito más tiempo del descanso.
   Tras despedirse, salen de allí y miran a Rox curiosos.
-¿De dónde has sacado esa idea? ¿Por qué no se nos ocurrió antes?- Albert sonríe encantando.- ¡Es genial!
-Lo he pensado esta semana.- Se encoge de hombros.- Si os dais cuenta, queda una semana y aún tenemos muchas cosas que hacer.
-Demasiadas.- Dinna le da la razón antes de coger la mano de David.- Aún hay muchas canciones que tenemos que ensayar.
-Bueno, tranquilos. Va a salir todo bien.- Max suena muy seguro de sí mismo.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque somos Sweet Nightmare, por eso lo sé.



   La tarde ha pasado con rapidez, por hoy ya han terminado de ensayar y lo están recogiendo todo. La puerta del auditorio se abre y por ella, entra Albert algo distraído.
-¡Albeeeeert!- Aisha corre hasta él para darle un abrazo.
-¡Pequeña!- Suelta una carcajada.- ¿Y ese recibimiento?
-Tenía ganas de verte.- Le da un largo beso.
-¡Qué bonitos son!- Nyx se seca una lágrima invisible.- ¿A que hacen buena pareja?
-Sí.- David le da la razón.- ¿Dónde has estado?- Mira a su mejor amigo con curiosidad.
-Con los de clase, han tenido una idea genial para el concierto, pero necesitamos vuestro consentimiento.
-¿Qué pasa?- Max baja del escenario tras dejar la guitarra a buen recaudo.
-¿Qué os parecería poner un vídeo de fondo en una de las canciones?
-¿A qué te refieres con eso?- Dinna les mira a todos.
-Llevan tiempo grabando algunas cosas sobre nosotros y bueno, han pensado que en "Dial" o en alguna de las canciones que habéis compuesto, sería perfecto. A mi me ha gustado la idea, ¿qué os parece a vosotros?
-No suena nada mal.- Luke sonríe divertido.- ¿Podremos hablar con ellos? Estoy pensando en algo...- El chico mira a Max y a David.
-Mañana vendrán a comprobar el sonido y la iluminación, así que sí. Lo podréis hacer.
-Genial.- David le remueve el pelo.- Esto se pone interesante, ¿eh?
-Mucho.- Aisha asiente con la cabeza.- Bueno, ¿ya está todo recogido?
-Sí...- La pelirroja mira a su amiga.- ¿Tenéis algún plan para esta noche?
-Mm... No.- Albert responde con sinceridad.- ¿Se os ha ocurrido algo?
-A David y a mi nos gustaría ir al cine y después a cenar. Si os apetece, podéis veniros...
-¿Tienes ganas?
   La italiana sonríe como respuesta.
-Bien, nos apuntamos.
-¿Alguien más?- La joven mira a los presentes.
-Yo no puedo cielo, gracias por preguntar.- Nyx se encoge de hombros a modo de disculpa.- Hoy vienen mis tíos a cenar.
-No te preocupes... ¿Chicos?
-Rosa viene a casa, tengo que cuidar de Hannah.- Luke se pone el abrigo, al igual que Max.
-¿Y tú...?
-He quedado con Rox. Aún tenemos que hablar.- Intenta sonreír, pero le sale una mueca de disgusto.
-Hoy no estaba tan distante contigo, tranquilo. Seguro que lo podéis solucionar.- Albert le da unas palmadas en la espalda.
-Eso espero...
-Siento cambiar de tema pero, ¿y tu hermano?- Nyx mira al gemelo de pelo oscuro.
-Iba a salir con unos amigos... Creo que iban al local que suelen frecuentar, ya sabéis.
-Ya nos contará...- Dinna mira a las dos chicas con complicidad.
-Alexy suele ser discreto...
-Para lo que quiere.- Luke suelta una carcajada.- Bueno, vamos.
   Todos salen del auditorio para despedirse y empezar con los planes del viernes noche.
-Os vemos allí.- Dinna camina hacia el coche de David.- No os entretengáis por el camino...
-Descuida...- Avergonzada, Aisha sube en el Citroen a la espera de que Albert encienda el motor.
-No estarás pensando en ese tema... ¿Verdad?
-¿Cómo lo sabes?
-Te conozco lo suficiente, Aisha.- El chico sonríe mientras que se abrocha el cinturón.- No hay ninguna prisa... Lo sabes.
-Llevo unos días pensando mucho en este tema...- Se sincera con él.- Si surge el momento, no me voy a negar.
-Pequeña...
-No me siento presionada si es lo que crees.- Le mira con una pequeña sonrisa.- Al contrario, por una vez pienso en el tema y estoy segura de que me gustaría avanzar, contigo.
-Me alegra escuchar eso, pero creo que hay tiempo para hablar y para hacer las cosas.- Albert le da un corto beso.- Bueno... ¿Vamos?
   La morena asiente con la cabeza y durante algunos segundos, ninguno de los dos dice nada.
-Albert...
-¿Mm?- El joven no aparta la vista del volante. Aún no han salido del aparcamiento.
-Te quiero.
   No esperaba escuchar aquello de ella. Al menos no tan pronto.
-Joder.- Murmura nervioso.- No sabes lo bien que sienta escucharlo.- Sin añadir nada más, le da un beso profundo y largo. Un beso que expresa todo lo que ambos se quieren decir en este momento.



   Sigue sorprendida con el resultado. No deja de mirarse en el espejo y aunque le encanta cómo ha quedado, se sigue viendo rara. La música de Halsey suena por toda la habitación y ella mientras, entona "Colors" con ganas.
-Your're ripped at every edge but you're a masterpiece. And now you're tearing thorugh the pages in the ink...- Una breve pausa y comienza el estribillo.- Everythig is blue, his pills, his hands, his jeans...
-Qué bien cantas.- Su madre la observa desde la puerta.
-¡Mamá!- Sobresaltada se dirige hacia su ordenador para parar la música.
-Te estamos llamando, pero como tienes la música tan alta...- Elise se encoge de hombros.- ¿Estás preparada? Porque Max ya está aquí.
-Esto...- Apurada, coge el bolso y empieza a guardar las cosas en él. Finalmente, coge el abrigo y se lo pone.- Ya estoy, creo.
-Estás muy guapa, cariño.- Al ver que se peina frente al espejo, sonríe.- Que estás muy bien, baja ya.
-Vale, vale...- Rox suelta una carcajada y al pasar junto a la mujer le da un beso en la mejilla.
   Las dos bajan las escaleras y la joven se fija en que Max está en el salón hablando con su padre. Decidida, entra en el comedor y sonríe.
-Vaya.- Sorprendido, el guitarrista se fija en el pelo de la joven. Ahora lo lleva a la altura de los hombros.- Te queda muy bien.- Suena sincero.
-Gracias. ¿Nos vamos?
-Sí, claro.
-Bueno Max, me alegro de verte.- Henry le estrecha la mano antes de mirar a su hija.- Si llegas tarde, procura no hacer ruido.
-Vale...- Rox se despide de sus padres y sale de casa tras el chico.- Pensé que vendrías con la moto.
-No, hace frío y no es plan de que te pongas mala.- Se justifica antes de entrar en el coche.
   La morena de ojos verdes le imita y se abrocha el cinturón antes de acomodarse.
-¿Y ese cambio?
-Llevo tiempo queriendo hacerlo...- Se encoge de hombros.- Rosa me ha animado bastante.
-Me gusta cómo te queda.- Arranca el motor y sale de allí.- ¿Dónde quieres cenar?
-Me da igual. Pero tengo hambre, quiero cenar bien.- Sonríe de lado.
-¿Al italiano de la calle central?
   Conforme, asiente con la cabeza. Durante todo el camino no dicen nada, hasta que llegan al restaurante y se acomodan en una de las mesas. No tardan mucho en ser atendidos, cosa que agradecen bastante.
-Pareces cansado...
-Lo estoy.- Max esboza una sonrisa.- Pero no te preocupes.
-La herida está mejor.- Rox se fija en su labio.- Mucho mejor.
-Se lo debo a mi madre, cuando quiere puede ser muy pesada.
-Se preocupa mucho por ti...
-Como tú, ¿verdad?
   Rox le mira con una sonrisa. Le es imposible no sonreír.
-Verdad.
-He sido un gilipollas con todos, en especial contigo. No sé ni por qué estás aquí, novata...
-Porque no has dejado de intentar solucionarlo. Supongo que nuestra relación te importa lo suficiente como para insistir tanto.- La joven bebe un trago de agua.- No estoy enfadada contigo, ni tampoco desconfío de ti. Creo que entre lo que hablamos el lunes y anoche... Está todo dicho, ¿no crees?
-Supongo.
   Al ver el gesto de disgusto del joven, se levanta de su silla para acercarse a él. Con delicadeza, le da un corto beso.
-Digamos que esto ha sido una piedra en el camino...
-Eres increíble, nena.- Max sonríe divertido.- No sé cómo me soportas.
-Me he acostumbrado.- Se encoge de hombros antes de volver a ocupar su asiento y seguir cenando.- Bueno, ¿mañana hay ensayo? Lo digo porque no he ido en toda la semana y tenemos una canción juntos...

viernes, 6 de mayo de 2016

Capítulo 40.

   Después de las clases, ha pasado por su casa para dejar las cosas y cambiarse de ropa. Con prisas se despidió de sus padres antes de ir hacia el centro de rehabilitación con el coche. Esta vez, ha decidido ir sola.
   Aparca el vehículo y lo asegura una vez que ha salido de él. Llega a la puerta principal y mostrando su identificación, entra. Camina por un largo pasillo, hasta que se cruza con uno de los médicos.
-Hola Dinna, ¿cómo estás?- El hombre saluda a la chica con familiaridad.
-Bien, he venido a ver a Dylan.- Sonríe levemente.- ¿Cómo va todo?
-Para llevar cuatro meses, está mejor que otros pacientes que llevan casi un año. Tu hermano tiene mucha fuerza de voluntad.
-¿En serio?
-Sí. No quiero precipitar las cosas pero si sigue así, podría salir antes de lo esperado.
   La chica sonríe al escucharlo. Se alegra de que por fin haya querido salir de todo aquello.
-Bueno, no te entretengo más.- El doctor se despide y ella continúa su recorrido hasta llegar a la sala en la que los pacientes pueden reunirse con sus familiares.
   Con las indicaciones de una de las enfermeras, camina hacia una de las mesas del fondo a la espera de que su hermano llegue. Curiosa, observa al resto de familias que hay allí.
-Hola, pequeña.- Dylan sonríe al ver a su hermana.
-Dylan.- La joven se pone en pie y le da un fuerte abrazo, consiguiendo que ambos se emocionen.
-¿Cómo va todo?
-Bien. Papá y mamá te mandan recuerdos. Ellos vendrán este viernes a verte.
-Me alegra oír eso.- El chico se sienta frente a Dinna.- ¿Y tú? ¿Qué tal? Estás muy guapa.
-Bien. Todo bien.
-Algo me dice que no es así...
-Creo que me conoces demasiado.
   La pelirroja sonríe, antes de contarle todo lo que ha ocurrido en los últimos días. Dylan escucha con atención para después intentar animarla, cosa que consigue.
-Y cambiando de tema, ¿David?
-¿Qué pasa con él?
-Nada, me refiero. ¿Qué tal está? ¿Se porta bien contigo?
-Pues claro que se porta bien conmigo.- Responde divertida.
-¿Cuánto tiempo lleváis juntos?
-En abril hacemos tres años.- Dinna sonríe levemente.- A pesar de todo, ha seguido conmigo.
-Por mi culpa...- Murmura el chico.- Me arrepiento de todo lo que os he hecho. De verdad que lo siento, Dinna.
-De los errores se aprende, Dyl. Me alegro de que pusieras remedio a tiempo.
   El pelirrojo coge la mano de su hermana pequeña ofreciéndole una sonrisa.
-He estado pensando... Cuando salga de aquí, retomaré los estudios. Tengo veintitrés años, pero no sé. Tal vez ingrese en la Universidad.- El joven mira a la chica.- Quiero tener una buena vida. No quiero volver a saber nada más sobre alcohol, ni sobre drogas... Será difícil porque reconozco que a veces tengo ganas de... Bueno, de volver a eso. Pero quiero cambiar las cosas.
-Y seguro que lo vas a conseguir, confío en ti.
-Gracias.
   Durante unos segundos no dicen nada. El silencio no es incómodo, pero ella ha venido para aprovechar el tiempo con su hermano.
-¿Sabes quién te manda recuerdos?- Ante la curiosa mirada de Dylan, la joven sonríe.- Nyx.
-Oh... Dáselos de mi parte.
-La semana que viene la verás. En el concierto. Y de paso, ves a mis amigos. Ellos también me preguntan por ti.
-Me voy a sentir raro con tanto adolescente...- El comentario la hace reír.
-Piensa que estará Nyx.
-Mira que eres pesada, enana.
-Es que... Hay muy buen rollo entre vosotros.
   Sin poder negar aquello, Dylan sonríe abiertamente. Es cierto que Nyx siempre llamó su atención pero al ser tan joven, nunca pensó en interesarse demasiado. Hasta que hace unas semanas volvieron a verse.



   El jueves por la tarde, las cosas no han mejorado. Finalizan de ensayar aquella canción sin muy buenos resultados. Llevan allí cerca de dos horas y a medida que pasa el tiempo, más incómoda se vuelve la situación. Por mucho que intenten centrarse en el ensayo, son incapaces de que les salga en condiciones.
-Un descanso, por favor.- Luke deja la guitarra en su sitio y baja del escenario con prisas.
-Luke...- Max suspira al verle caminar hacia la salida.- ¿Puedo hablar contigo?
-¿De qué?- Cortante, se gira para mirarle.- ¿De lo bien que lo pasaste con Jane?
-Joder, Luke... ¿Me quieres escuchar?- El joven también baja de allí
-No tengo ganas de hacerlo, ¿sabes?
-Chicos... Por favor...- Aisha deja su teclado de lado y camina hacia las escaleras.- Los ensayos se hacen difíciles si estáis en ese plan.
-No puedo estar de otra forma.
-Yo salgo de aquí.- David recoge sus cosas.- Me voy a fumar.- Sin mirarles, el chico abandona el auditorio.
-De no ser por ti, no estaríamos así.- Luke mira al guitarrista de malas formas.
-¡Ya basta!- Dinna eleva la voz.- ¿No os dais cuenta de que estamos así por culpa de los dos? Max ha cometido un error, de acuerdo. ¡Pero al menos haz el favor de hablar con él! Llevas días evitándole y él intenta poner de su parte para solucionarlo. Entiendo que estés enfadado...
-Estoy decepcionado y sí, un poco molesto.- El joven se cruza de brazos.- Me decepciona que quedase con ella después de todo lo que le hizo pasar y me molesta que no se preocupase de las llamadas y mensajes que dejamos en su móvil.
-Al irme, empecé a darle vueltas a muchas cosas y tuve la idea de llamarla para que me explicase el por qué había vuelto.- Max suspira nervioso.- Se disculpó, pero no la he perdonado ni tengo intención de hacerlo.- Hace un pausa antes de continuar.- Vi todas vuestras llamadas, leí todos vuestros mensajes. Os prometo que tenía la intención de quedar con vosotros en ese bar, pero al llegar me encontré con ellos.
   Le han escuchado con atención pero ninguno dice nada.
-Eso es todo lo que quería decirte. Estás en todo tu derecho de no hablarme, Luke. Te preocupaste por mi, me lo advertiste y aún así, hice lo que me dio la gana.- El chico de ojos grises le mira.- Pero de verdad que lo siento. Os pido disculpas a todos.- Camina por el pasillo de butacas para ir hacia la salida.
-Siempre haces lo que te da la gana, Williams.- El castaño suspira antes de fijarse en él.- Eres un capullo. Un capullo descerebrado al que por desgracia, quiero como a mi propio hermano.
   Aisha suelta una carcajada al escucharle decir eso.
-Si eso es un insulto, creo que lo estás haciendo mal.- Dinna sonríe de lado.
-Es un insulto.- Asegura divertido.- Pero acepto tus disculpas.
   Max sonríe emocionado, antes de acercarse a él para darle un abrazo.
-Que sea la última vez que te comportas como un gilipollas, por favor.- Luke sonríe ante el gesto.
-No te puedo prometer eso.
-Ya lo sé, pero por pedir...
-¿Veo bien? ¿Se están dando un abrazo?- Nyx, Rosa, los gemelos y David, entran en el auditorio.
-¡Yo también me uno!- Alexy corre hasta ellos.- ¡Os quiero!
-Me aplastáis...- Max se empieza a reír.
-¡Abrazo grupal!- Grita Dinna entusiasmada.
-Ya era hora... ¡Menuda semana!- Rosalya sonríe antes de darle un sonoro beso en la mejilla a su novio.
-A todo esto... ¿Y Rox?- Pregunta Aisha al separarse de todos.
-Estudiando para el examen de Historia de mañana.- Albert se encoge de hombros.- Tengo que ir a devolverle unos apuntes, por cierto.
-Bueno, ¿ensayamos un par de canciones y nos vamos a casa?- David coge sus baquetas para después sentarse tras la batería.
-Sí, claro.- Dinna sonríe emocionada mientras sube al escenario.- ¡Vamos con "Dial"!



   Ante la presión de grupo y la pareja que lleva en el coche, ha tenido que conducir hasta la casa de la joven.
-¿Es necesario que sea hoy? ¡Son las nueve de la noche! Sus padres me van a mandar lejos.
-¿Y por qué te iban a mandar lejos? Elise y Henry son muy simpáticos.- Rosalya sonríe desde los asientos traseros.- ¡Venga, Max!
-Yo sigo pensando que no deberíamos estar aquí...- Luke mira por la ventanilla.- Es algo que tienen que solucionar entre ellos.
-Pero es tu mejor amigo y es mi mejor amiga. Si las cosas no salen bien, tendremos que estar para darles apoyo, ¿no?
-¿En qué quedamos? ¿Lo arreglo con ella o no? ¡Me estás ayudando poco!- El guitarrista se detiene junto a la acera.
-Sí, venga.- La castaña mira hacia la casa de su amiga.- Te esperamos aquí.
   Sin más opciones, Max sale de su coche y camina hacia la entrada. Suspira antes de llamar al timbre y esperar a que le abran.
-Max...- El padre de la joven se sorprende verle allí.- ¿Quieres pasar?
-No se preocupe, señor Olivier. No tardaré mucho en irme. ¿Está Rox?
-Sí, espera.- El hombre entorna la puerta antes de elevar la voz para llamar a su hija.
   El joven mira hacia el coche, donde Rosalya le hace señales con los dedos y Luke le sonríe con diversión. ¿Por qué se habrá dejado liar?
-¿Max?- La chica sale de su casa y cierra la puerta.- ¿Qué haces aquí?
   Algo sorprendido, se fija en que lleva el pijama puesto y está completamente despeinada.
-Esto, yo... ¿Tienes tiempo?
-Bueno, estaba repasando para el examen de Historia...
-Mierda, los apuntes. Espera un momento.- Max se aleja para regresar a su coche. Al llegar y abrir la puerta, sus dos acompañantes le miran curiosos.
-¿Ya te ha mandado a la mierda?
-No, Rosa, no. Vengo a por los apuntes de Albert.- Cierra después de cogerlos y regresa hasta la entrada.
-¿Son Rosa y Luke?- Divertida, Rox coge la carpeta que le tiende el chico.
-Sí...- Admite con una pequeña sonrisa.- Bueno, yo realmente he venido a hablar contigo. Y a disculparme.
-Por millonésima vez.- Le interrumpe ella, haciéndole reír.- Eres un pesado.
-Soy un pesado pero quiero estar bien contigo, cielo.- El guitarrista se pasa las manos por el pelo con gesto nervioso.- Soy un idiota.
-Eso no es ninguna novedad.- La morena de ojos verdes sonríe de lado.- Max, si te parece bien, podemos quedar mañana por la noche después del ensayo. Hablaremos con más tranquilidad.
-Sí, no hay problema. ¿A qué hora paso a recogerte?
-Ocho.
-Bien. Bueno, pues... Buenas noches.- Intenta sonreír, pero le acaba saliendo una mueca de disgusto. Tenía sus esperanzas puestas en que esa misma noche lo solucionarían todo.
   A penas a avanzado dos pasos cuando la joven le detiene. Curioso, se gira para mirarla. Rox se acerca a él para darle un beso en la mejilla.
-Buenas noches, Williams.- Sonriente, ella entra en su casa mientras que él, sonríe mirando la puerta.
-¡¿Entonces qué?! ¡¿Ya lo habéis solucionado?!- Grita Rosalya desde el coche.
-Mira que llegas a ser pesada...- Suelta una carcajada mientras que vuelve al vehículo.