jueves, 25 de agosto de 2016

Capítulo 51. Final.

   A la mañana siguiente sale de su habitación arrastrándose. Son las diez y media y aunque llegó casi a las cinco, no puede volver a dormirse.
-Buenos días...- Aisha le dedica una sonrisa al verle bajar las escaleras.- ¿Qué tal ayer?
-Genial...- Responde sincero.- Pero mi resaca me dice lo contrario.
-¿Dónde estuviste?- Albert le mira curioso.
-Pasé la tarde con Brandon y luego estuvimos con Nyx, Rosa y Rox en el Blow. Menos mal que me trajeron a casa, no sé ni cómo me pude emborrachar.
-A ti te sube con poco...- Su hermano suelta una carcajada.- Tómate un café, está recién hecho.
-Vale...- Asiente sin muchas ganas.- Mi cabeza...- Se apoya sobre la pared.
-Pobre...- La italiana se acerca a él para darle un abrazo.- ¿Quieres una aspirina?
-Vale, mamá.- Bromea.- Y vosotros, ¿qué tal?
-Bien.- El gemelo de pelo oscuro sonríe al responder.- En casa sin salir.
-Jugando con la consola, ¿no?
-Sí... Y no.- La joven se sonroja antes de ocupar una de las sillas y dar un mordisco a una de las tostadas.
   Ante ese gesto, les mira alternativamente. Se muerde el labio antes de soltar una gran carcajada.
-¡Imposible! ¡Habéis dado un paso más!
-No grites, por favor.- Albert se sienta junto a la chica.- Qué escandaloso eres, joder.
-Ay... Aisha. ¿Y qué tal?
-¿Tú quieres que te suelte un puñetazo?
-Calla, pesado.- Ignorando a su hermano, mira a la joven sonriendo.- ¿Fue un bruto?
-No.- Ella niega con la cabeza.- Fue muy cuidadoso...- Se fija en su novio, que se ha sonrojado.- Pero fue mi primera vez, al principio era incómodo.
-Supongo que cuando lo hagáis más veces no lo será tanto.
-Alexy...- Su hermano suelta una carcajada.
-Yo nunca me he acostado con una chica, así que... No puedo decirte mucho.- Divertido, se sirve una taza de café y después se acomoda junto a la pareja para desayunar con ellos.- Pero a lo mejor hablando con las demás te sientes mejor.
-¿Cómo fue tu primera vez?- Aisha le mira curiosa.
-Un desastre.- Suspira.- Y las siguientes no han sido mejores...
-Ya sabes por qué.- Albert le mira serio.
-No tengo la culpa de que me gusten más mayores...- El joven coge una tostada.- El problema es que ellos tenían más experiencia que yo y bueno, las cosas no salían tan bien como a uno le hubiese gustado.
-No siempre tiene por qué ser así...- La italiana bebe un sorbo de su chocolate.- Habrás tenido mala suerte, ya llegará algo bueno.
-Eso es lo que creo yo. En fin, ¿qué planes tenéis para hoy?
-Pasaremos aquí la mañana y después de comer iremos al cine.- Su hermano le mira.- ¿Y tú?
-Voy a quedar con David, Dinna y Rosa. Quieren dar una vuelta por el centro, si luego os queréis pasar...
-Sí, vale.- La chica asiente con un gesto.- Os llamamos.
-Perfecto... Aisha, ¿no tomas café?
-No me gusta.- Se ríe.
-Entonces, ¿en el cumpleaños de Max y Luke qué bebiste?
-Chocolate. No hay nada mejor que el chocolate.- Sentencia mientras levanta su taza con una sonrisa.



   Después de comer, la pareja pasó algo de tiempo con Dianne y finalmente, subieron a la habitación del joven.
   Max trastea con la guitarra y Rox mientras, está tumbada en la cama escuchándole en silencio. El ambiente es bastante acogedor a pesar de que ninguno dice nada. De vez en cuando, cruzan un par de miradas y con eso les basta.
-Con la acústica eres diferente.- Murmura la joven.- Se te ve mucho más relajado, me gusta...
-Llevo un par de días aparcando la eléctrica.- Se encoge de hombros.- Para componer me gusta utilizar la acústica.
-¿Tienes alguna canción nueva?
-Más o menos, aún no está acabada. Pero serás la primera en escucharla si quieres.
-Me encantaría.- Sonríe.- ¿Y ahora vas a tocar algo?
-Tú siempre me escuchas a mi, yo nunca he tenido el placer de verte con una guitarra y cantando. Según Alexy, alguien se mete en mi terreno...- Divertido, recuerda el encontronazo del primer día que se conocieron.- Me gustaría ver si eso es cierto.
-Bueno...- Se reincorpora.- Dámela.- Señala la guitarra.
   Max se la da y se acomoda en la cama a la espera de verla cantar.
-¿Alguna petición?
-Dejo que me sorprendas.
-Muy bien... Te diré que esta es mi favorita.- Carraspea su garganta y al momento se empieza a reír.- Me da vergüenza.
-Qué dices.- El de los ojos grises sonríe divertido.- No seas boba.
-Te lo digo en serio.- Rox se muerde el labio intentando contener una sonrisa.- Bueno, vale. Ya está.
   Respira hondo y toca unos acordes sueltos, hasta que comienza a tocar una melodía muy familiar para el chico.
-When Rome's in ruins we are the lions, free of the coliseums... In poisoned places we are anti-venom, we're the beginning of the end...-  Con su toque personal entona "Young volcanoes".Tonight, the foxes hunt the hounds... It's all over now, before it has begun. And we've already won.- Hace un gesto, invitándole a cantar con ella el estribillo.
   Sin poder negarse, Max la sigue durante el resto de la canción. La idea principal era que cantase ella sola pero con la mirada, le pedía que él se uniera.
-Así que... Tu canción favorita es de Fall Out Boy.- Sonriente, observa que la joven deja la guitarra a un lado.
-Exacto.- Asiente.- Pasar tanto tiempo contigo ha hecho que me aprenda muchas de sus canciones.
-Antes te sabías algunas.
-Pocas, realmente... Entonces, ¿he entrado en tu terreno?
-Hace mucho que entraste.- Se acerca a ella y le da un cálido beso.- Si en aquel momento hubiese sabido que íbamos a terminar juntos, no habría montado el numerito ese.
-Eres tan chulo y orgulloso cuando quieres...- Se ríe.- ¡Me fui del local para que no te sintieses incómodo!
-No haberlo hecho. Debiste pasar de mí y punto.- El guitarrista suelta una carcajada.- Si te soy sincero, luego me sentí mal.
-A eso se le llama remordimiento. ¿Tan mal te sentaba que me fuese con vosotros?
-El grupo llevaba mucho tiempo sin recibir a nadie y los cambios asustan. La última vez que llegó alguien me puso los cuernos y mi mejor amiga se culpó por ello y nos dejó. Casi dos años sin apenas hablarnos.
-Hay que dejar lo atrasado en el pasado.
-"El rey león". Muy buena frase.
-Como la de tu tatuaje.- Señala su clavícula.- Remember who you are. Tu padre te lo decía mucho, ¿verdad?
-Sí...- Asiente con nostalgia.- Cuando era pequeño a diario veía la película y en casa todos nos sabíamos los diálogos de memoria. Con el paso de los años, algo bueno tenía que sacar de ahí... Y esa frase es algo que solía recordarme con frecuencia.- Muestra una triste sonrisa.- Rox... Me gustaría pedirte un favor.
-Dime.
-La semana que viene se cumplen dos años desde que... Murió.- Sus ojos se llenan de lágrimas.- ¿Me acompañarías al cementerio?
   Rox le da un fuerte abrazo, dejando que se desahogue. Pocas veces han hablado sobre ese tema, porque ambos saben que no es algo fácil para él.
-Iré contigo, cielo.- Le da un beso en la mejilla y le limpia la cara.- Estoy aquí, ¿vale?
   El chico de ojos grises asiente con la cabeza y suspira. Se tumba sobre la cama y ella se acomoda junto a él. Vuelve a abrazarla y en silencio, las lágrimas vuelven a caer.
-Gracias...- Murmura casi sin voz.- Te quiero, Rox.



   Aunque dijeron de ir a dar una vuelta por el centro, tuvieron una idea mucho mejor en el último momento. Aunque al principio iban a ser cuatro, se han unido el resto del grupo excepto Luke.
-¡Bien!- El guitarrista celebra el pleno que acaba de hacer.- A ver cómo remontáis eso.- Mira al equipo contrario y sonríe burlón.
-Te vas a enterar, por chulo.- David coge una de las bolas y se prepara para lanzar.
-¡Vamos cariño!- Dinna le anima desde su sitio.- ¡Tú puedes!
-¡Pero no animes al contrario!- Alexy le da un codazo.- Ojalá se te cuele por el canal.
-Vete a paseo, anda.- El batería les hace reír.
   Lanza la bola y consigue derribar siete de los bolos. Como era de esperar, Max se ríe de él. Tener amigos para estas cosas...
-Me toca...- Brandon ve su nombre en la pantalla.
-Venga Brandon, concentración.- Aisha le anima.- Que vamos ganando, ¡no metas la pata!
-Si me pones bajo presión no va a salir nada bueno.- El joven sonríe divertido.- Verás, la voy a liar.
-No te preocupes, luego te pego y ya está.- Max se empieza a reír.- ¡Vamos, tío!
   El chico se coloca frente a la pista. A punto de lazar la bola, escucha un grito por parte de Dinna.
   La pelirroja se ha puesto de pie y entona con fuerza "She looks so perfect" de 5 Seconds of Summer. La canción está sonando por los altavoces a un volumen medio, pero los responsables de la bolera al verla tan contenta deciden subirlo..
-You look so perfect standing there, in my American Apparel underwear... And I know now, that I'm so down...- A ella se han unido Rox, Alexy, David y Max, para sorpresa de algunos.
-¿Te la sabes?- Nyx le mira sin poder creerlo.
-Claro.- El de los ojos grises se ríe.- Es su grupo favorito.- Señala a Dinna.- Y reconozco que tienen canciones muy buenas.
-Let's get out, let's get out... 'Cause this deadbeat town's only here just to keep us down.- Dinna sigue cantando junto a los otros tres.
   Varias personas que juegan en las otras pistas, les prestan atención. Algunos sonríen divertidos y no es para menos. La escena que tienen delante es graciosa: Dinna subida sobre una silla cantando, Rox sentada en la mesa haciéndole los coros y por otra parte está Alexy, que hace bailes raros al son de la canción. Y finalmente, David también canta aunque de forma más discreta.
-Pobre Brandon, está esperando para lanzar la bola...- Rosalya suelta una carcajada.- Nos estamos desviando de lo importante.
-Ay, sí.- Dinna mira al joven, que parece divertirse con todo aquello.- Tú lanza.
-Vale, vale.- Intentando no reírse, Brandon lanza la bola y derriba nueve bolos.- ¡Joder! ¡Uno más!
-De todas formas, ¡vamos ganando!- Aisha choca los cinco con él.
- ¡Me toca!- Nyx se prepara.- ¡Rosa! Tu móvil está sonando.- Señala la mesa.
   La joven mira curiosa para comprobarlo. Albert coge el móvil y se lo pasa.
-Gracias.- Sonríe y se aleja un poco para hablar.- Hola, Luke.- Le saluda amable.
-Hola, ¿qué tal?
-Bien, pasando la tarde con todos... ¿Cómo va el cumpleaños?
-No está siendo tan malo como pensaba.- Se sincera.- ¿Nos vemos mañana?
-Por mi vale.
-Pásate por casa sobre las cinco, si quieres.
-De acuerdo... Se escucha bastante jaleo. Lo pasáis bien, ¿eh?- Divertida, realiza la pregunta.
-La que han liado en un momento... Mi hermana y mis primas pequeñas. No sé si celebramos mi cumpleaños o una fiesta en honor a ellas.- Suelta una carcajada.- En fin, saluda a los demás de mi parte. Hasta mañana.
-Hasta mañana.- La llamada finaliza y la joven regresa junto a los demás.- Luke os manda saludos.
-Me parece muy bien.- Max sonríe.- ¿Qué tal va la fiesta?
-Parece que bien.- Se encoge de hombros.- Bueno, ¿a quién le toca ahora?



   El domingo empezó con buen pie para ambos, pero desde hace un rato, las cosas se están complicando...
   Sentado sobre la cama, da otra calada al cigarro. Él no fuma, pero en esta ocasión siente que debe relajarse de alguna manera.
-¿Te das cuenta de que esto ha empezado por el tema de la Universidad?- Pregunta con la vista fija en el suelo.- Estamos discutiendo por lo mismo de hace unos días.
-Los dos sabemos que no es solo esto.- La chica se deja caer en la silla del escritorio.- Llevamos varias semanas así. ¿No te cansas de mentirles a todos? Parece que las cosas nos van bien y sin embargo... Nos engañamos a nosotros mismos, esto... ¿Hasta dónde vamos a llegar?
   Durante unos segundos no contesta a la pregunta. Ella tiene toda la razón, el problema está yendo muy lejos. Las discusiones aparecen con frecuencia y las diferencias que hay entre ellos cada vez se notan más. ¿Tan distintos han sido desde el principio?
-Sabes que haría cualquier cosa por evitar todo esto, ¿verdad?- Los pardos ojos de la chica se inundan de lágrimas, al igual que los suyos.
-Pues claro que lo sé.- Se pone de pie y se acerca hasta ella.- Joder.
-¿No crees que ha sido un error salir juntos?
-¿Un error?- Se sorprende al escuchar aquella pregunta.- ¡No! Ambos queríamos esto, las cosas se han complicado a medida que han pasado los meses...  Tal vez debamos darnos algo de tiempo.
-O tal vez... Simplemente debamos dejarlo aquí.- Suspira y a continuación se muerde el labio.
-No lo dices en serio.
-No sé ni lo que estoy diciendo.- La chica pasa las manos por su pelo.
   El silencio vuelve a inundar la habitación del joven. Los dos piensan en todo lo que están hablando. Ninguno parece alterado y tal vez, puedan dejar las cosas de buenas formas.
-Esperar un tiempo nos da unas esperanzas que no sabemos si podremos cumplir.- Ella retoma la palabra.- ¿Quién no nos garantiza que en ese tiempo aparezcan otras personas? No quiero que me malinterpretes pero...
-No lo hago.- Se encoge de hombros.- Creo que estamos alargando esto... Lo siento.
-¿Por qué? La culpa es de los dos.- Ella empieza a recoger sus cosas.- Supongo que es mejor dejarlo aquí e intentar quedar como amigos, a continuar y acabar de malas.
   Se abrocha el abrigo y camina hacia la puerta del dormitorio. La abre y sale de allí con él siguiéndola.
   Bajan las escaleras y al llegar a la planta baja, la madre del joven les mira a ambos. Sabe que algo no va bien.
-¿Ya te vas cielo?
-Sí, tengo que preparar los exámenes de las próximas semanas.- Intenta excusarse con aquello, pero saben que no es por eso.
-Bueno... Conociéndote, estoy segura de que aprobarás.
-Gracias.- Sonríe amable y abre la puerta de la entrada.- Adiós...
-Adiós, bonita.- La mujer le sonríe antes de seguir con lo suyo. Intuye que ahora no es el mejor momento para comentar nada.
   Su hijo sale a la calle y entorna la puerta.
-Ten cuidado.
-Lo tendré.- Traga saliva y desvía la vista hacia su coche.- Te veré en clase.
-Sí...
-Hasta mañana, Luke.
-Hasta mañana, Rosa.
   Con paso acelerado camina hacia el vehículo. Entra en él y se marcha en cuestión de segundos. Varios metros después, cuando ha perdido la casa de vista, se detiene junto a la acera y comienza a llorar sin encontrar consuelo.
   El cantante por su parte, entra en su casa y se deja caer en el suelo. Resopla y suelta todo lo que hasta el momento tenía guardado en forma de lágrimas... ¿Cómo ha podido pasar esto?

jueves, 11 de agosto de 2016

Capítulo 50.

   Siguen sentados en aquel patio interior del centro. Aún quedan dos horas para que el horario de visitas se termine, pero la chica aún no tiene intención de irse.
-Me dijiste que me lo contarías...- Nyx apoya la barbilla en su mano.- Bueno, sólo si quieres.
-Es información confidencial...- Sonríe divertido.- En realidad, esto lo saben el psicólogo, mis padres y Dinna. Puede que no sea tan confidencial...
-Tu hermana no solía hablar mucho del tema.
-Lo sé. De hecho, os habéis enterado este curso, por lo que me dijo... Y esto se arrastra desde hace más de tres años. El único que lo sabía era David.- Dylan se acomoda en aquel banco de madera.- Ha soportado mucho por mi hermana...
-La quiere, no hay otra explicación.
   El pelirrojo sonríe de lado. El silencio se instaura entre ellos durante unos minutos y finalmente, decide contarle aquello.
-Cuando entré en la Universidad empecé a fumar. Me juntaba con gente poco recomendable la verdad, aunque yo seguía con mi vida normal... Pero todo empezó cuando de los cigarros pasé a los porros. Dejé los estudios, empecé a pasar de muchas cosas... No me importaba absolutamente nada.- Dylan se fija en la chica que tiene enfrente. No le quita ojo de encima, le escucha atenta.- Durante una temporada sólo fumé marihuana... El verdadero problema llegó cuando en un par de fiestas probé otro tipo de sustancias. Ya no eran porros, ya eran pastillas, rayas...- Nyx suspira.- ¿De verdad quieres que te hable de esto?
-Sí... No sé cómo, pero de alguna forma te quiero ayudar.- La joven se encoge de hombros.- Sigue, por favor.
-Como quieras...- El chico se muerde el labio, sabiendo que lo que llega ahora no es nada fácil de contar.- Un año después de esto me ingresaron por una sobredosis, mis padres me llevaron a un centro de rehabilitación y yo me escapé. Pasaron varios meses cuando regresé a casa a por dinero, me pillaron y volvieron a ingresarme, pero ocurrió lo mismo. Dicen que a la tercera va la vencida, en mi caso no fue así.- Niega con la cabeza y suspira.- Pienso en todo lo que ha pasado mi familia y me siento despreciable. Y es peor cuando a veces tengo la necesidad de fumar o beber.
-Pero tú mismo has querido ponerle fin a todo eso, Dylan.- La chica le da la mano.- Queda mucho para que esto se acabe, pero estoy segura de que puedes superarlo. Tienes el apoyo de tu familia, de los médicos... También tienes mi apoyo y aunque los demás no han tenido mucho trato contigo, confían en que vas a salir adelante.- Sonríe levemente.- De hecho... Luke celebra su cumpleaños dentro de dos semanas, me ha pedido que te pregunte si quieres ir.
-Tendría que hablar con los médicos...
-Es un sábado, al igual que la otra vez, supongo que tendrás que estar aquí a las doce. Ahora que lo pienso, eres como Cenicienta.- Bromea Nyx con confianza.
-Muy graciosa, rubita.- Ironiza el chico.- Son casi las siete, deberías irt... ¿Mamá?- El joven se fija en la entrada al patio.- Mamá, papá.- Sorprendido, se pone en pie para saludarles.
-Hola cariño...- La mujer le da un abrazo.- Nos dijeron que tenías visita, pero no sabíamos que serías tú, Nyx.
-Hola señora Gray.- La joven saluda a la mujer con otro abrazo.
-Estás muy bien acompañado, entonces.- El padre del joven sonríe divertido.- Ya nos dijo algo Dinna...
-Bueno...- Ella se sonroja.
-Señor, señora Gray me alegro de verles.- Uno de los médicos se acerca hasta ellos.- Dylan, ¿qué tal has pasado la tarde?
-Bien, muy tranquilo.- El joven sonríe de lado.
-Tú debes de ser la novia de Dylan, ¿no? Ya me han comentado varios médicos que últimamente estás de muy buen humor... Por algo será.- El hombre se fija en la chica.- Tú eres...
-Nyx Cornish, pero no soy su novia.- La rubia se ríe nerviosa.
-Por el momento.- Dylan suelta una carcajada.- Creemos que lo mejor es esperar a que todo esté solucionado, ya me entendéis.
-Sí, claro.- Su madre sonríe.- Pero ya la puedo tratar como a David, ¿no? ¡Una más en la familia!
-Esto... Yo, bueno... Yo me iba a ir...- Nyx se sonroja aún más por momentos.
-Sí, mejor. Ya casi es de noche...- El joven la mira sonriente.- Ten cuidado, ¿vale?
-Lo tendré.- Ella le devuelve la sonrisa y recoge sus pertenencias antes de darle un abrazo y un corto beso en la mejilla.- Otro día vengo...
-Cuando quieras.
-Adiós, Nyx. Cuidado con el coche.- El padre de Dylan se despide de ella.
   La chica les dice adiós con la mano y camina hacia el interior del centro. Aunque no se ha quedado hasta el final de la visita, le ha agradado poder pasar tiempo con él.



   Desde hace un rato, están solos en casa. Sus padres se fueron hace horas y Alexy se marchó poco tiempo después avisando de que volvería tarde.
   Divertida y con algo más de experiencia, consigue ganarle en aquella carrera, por tercera vez.
-Dime que no me estás dejando ganar.- Aisha le mira durante unos segundos.
-No, has mejorado mucho.- Albert sonríe de lado.
   La joven se fija detenidamente en aquella sonrisa. No parece muy alegre y aunque no ha querido hablar con él aún, sabe que algo no va bien.
-¿Es por tu abuela?
-¿Qué?- El chico deja el mando de la Wii sobre el escritorio.
-Desde hace unos días estás muy serio... ¿Es por tu abuela?
-En parte sí...
-¿Y cuál es la otra parte?
   Durante unos segundos, el joven permanece en silencio.
-Los profesores no hacen muy buenos comentarios sobre mí. Hace un año me habría dado igual, pero ahora... Es diferente.
-Estudias, estás más centrado... Quieres ir a la Universidad, eso te motiva de alguna forma. Los comentarios te están afectando, ¿verdad?
-Bastante.
-Pues demuéstrales lo contrario.- La italiana deja el mando junto al de él y se pone de pie.- Yo no creo que las cosas te vayan tan mal... Y en el caso de que lo fueran, puedes pedir ayuda.
-No me gusta depender de la gente para estas cosas... Tenéis suficiente con prepararos los exámenes como para tener que ayudarme a mí.
-Sabes que no me importa ayudarte. Lo hago de buena gana, cielo.- Le sonríe.- Hagamos algo para animarte.
-Está bien...- Albert se levanta de la silla que estaba ocupando.- ¿Qué propones?
   La chica retrocede hasta llegar a la puerta. La cierra con un ligero movimiento y después apaga el interruptor de la luz. La única iluminación es la de la televisión, aún encendida. Se acerca al joven que desde su altura sonríe con aire divertido.
-Dichiara...
   Ella se pone de puntillas para darle un largo y profundo beso. A este, le siguen otros besos más exigentes acompañados de tímidas caricias. El rumbo de las cosas mejora por momentos y algo más decididos, comienzan a desprenderse de la ropa.
   Albert se deshace de la camiseta, obligando a que se separen. Durante algunos segundos, Aisha pasea una de sus manos por su abdomen, hasta que decirle mirarle a los ojos. Él busca una señal que le diga por dónde seguir o qué debe hacer.
-¿Estás segura?
-Segura.- Murmura antes de sonreír y volver a besarle.
   Con cuidado, avanzan hasta la cama y Aisha se tumba en ella. Lo besos continúan al igual que las caricias. Pero esta vez, se reparten por cualquier zona. Sus respiraciones se han vuelto más irregulares y pequeños gemidos se escapan de la garganta de ella.
   Llegados a este punto, el gemelo de pelo oscuro tantea en el escritorio hasta dar con uno de los paquetes plateados. Antes de hacer nada, mira detenidamente a su novia.
-Sólo llegaré hasta donde tú quieras... No te obligo a nada, pequeña.
-Estoy preparada...
   Ante aquella respuesta, Albert le da un abrazo y apoya su cabeza en el pecho de la joven. Ambos se toman unos segundos para hacer aquello.
-Te quiero.- Susurra a la vez que se introduce en ella con suavidad.
-Ah...- Un suspiro sale de la chica.- Sig... Sigue.
   El joven comienza con el vaivén de embestidas. El dolor que pudo sentir al principio, pronto se convierte en una agradable sensación para ambos...



   Deja la porción de pizza sobre el plato y bebe un trago de su refresco. Apenas son las nueve de la noche y aunque parecen cansados, están pasando un buen rato juntos.
-Entonces, ¿qué han dicho sobre la propuesta de la radio?- Brandon da otro mordisco a su porción.
-Lo hablaron el otro día y todos están de acuerdo: no es una buena idea. Sweet Nightmare se creó en el garaje de David como un pasatiempo.- Alexy se encoge de hombros.- Les entiendo.
-Dieron el concierto para conseguir el dinero del viaje. Que de un día para otro les digan que pueden abrirse paso en el mundo de la música... Era algo precipitado, realmente.- El delegado le da la razón.- No puedo comer más.
-Venga ya, ¡pero si sólo era el cuarto trozo!
-En serio, estoy lleno.
-Pues más para mi.- El rubio sonríe y coge otra de las porciones.- Hacen muy buenas pizzas, no me lo esperaba.
-Te lo dije.- Brandon le mira.- ¿Te pido una para llevar?
-Oye, ¿me estás llamando glotón?- Divertido, Alexy le arroja una servilleta a la cara.
-Te vas a comer el resto de la pizza, ¿lo eres o no?
-Admito que no me lleno tan fácilmente...- Suelta una carcajada.- Y cambiando de tema, ¿qué pasó con tus amigos? A veces te veo hablando con ellos.
-Puedo hacerte un resumen, si quieres.- Al ver que el chico asiente con la cabeza, sigue hablando.- Seguimos hablando, pero algunos me caen mejor que otros... Hay cosas que nunca toleraré y una de ellas es que se crean mejores que los demás.
-¿Mejores? Te refieres a que se dan aires de grandeza, ¿no?
-Exacto. Tienen los humos muy subidos, aunque no todos.- El chico de los ojos pardos bebe un trago de agua.- No soy el único en pensar de esa forma. Estoy seguro de que al final ese grupo se va a separar.
-Si os separáis, las cosas os pueden ir mejor. Uno debe rodearse de gente que le aporte cosas buenas.
-Desde luego.- Asiente al escucharle.- Por eso sigo hablando con algunos de ellos, con los que merecen la pena, por así decirlo.
-Haces bien. Al menos conservas a alguien de ese grupo... Pero ya sabes, ahora también estamos nosotros.
-Lo sé... Pero reconozco que me está costando acostumbrarme.- Algo avergonzado, pasea la mirada por aquel local.- Nunca he tratado mucho con vosotros y bueno... Los roces que he tenido con Max...
-Te gustaba Rox y a él también, supongo que es normal.- Alexy sonríe de lado.- ¿A ti te sigue gustando?
-No.- Responde con sinceridad.- Es una amiga. Hace tiempo comprendí que ella estaba interesada en Max, así que... Pasé página.
-Eso está bien. No te quedes estancado por nadie. Y ahora... ¿Te gusta alguien?
   Ante la pregunta, se queda callado durante unos segundos.
-No estoy seguro.- Hace una pausa.- Apenas nos conocemos, no sé si podría decir que me gusta.
-Pues tiempo al tiempo.- El rubio coge una servilleta y se limpia las manos.- A lo mejor descubres que es recíproco y la vida te da una alegría.- Divertido se pone de pie.- Voy al baño, cuando vuelva pagamos.
-De acuerdo.- Brandon asiente con la cabeza y ve cómo se aleja de la mesa.
   Realmente han pasado una buena tarde y tal vez puedan repetir en otra ocasión.



   Después de llegar del centro, habló con su padre sobre la llamada telefónica que recibió por parte de su madre. El hombre no parecía sorprendido con la noticia de que se volvería a casar, de hecho le deseaba lo mejor y la animaba a que hablase con ella para aclarar todo lo que tienen pendiente. Esta conversación no tomó un buen rumbo y al final, padre e hija discutieron.
   Tras esto, ella subió a su habitación para cambiarse de ropa y salir de allí. El plan ha sido completamente improvisado pero allí se encuentran las tres amigas a las puertas del Blow.
-Debimos quedarnos dentro...- Rosalya se abraza así misma.- ¿Por qué fumas en invierno? ¿No pasas frío?
-Ya es la costumbre.- Se encoge de hombros.- ¿Quieres?
-Ni de broma.- Niega con la cabeza.
-Dame.- Rox coge el cigarrillo, sorprendiéndolas a ambas. Da una calada y unos segundos después expulsa el humo.- No me miréis así.
-Rox, ¿qué haces?- La del pelo castaño pregunta seriamente.- Tú no fumas.
-Lo sé, de hecho soy la primera en regañarles por hacerlo... Me estoy contradiciendo.- Lo piensa seriamente.- Pero el otro día estaba en casa de Max, hablando con Dianne y él estaba fumando en el patio...
-¿Max fuma en casa?- Nyx suelta una carcajada.- Qué cabrón, yo tengo que esperar a que mi padre no esté.
-Creo que Dianne ya no se sorprende de nada... Bueno, el caso es que estábamos hablando y él de vez en cuando se metía en la conversación. No sé cómo pero acabé con él en el patio compartiendo un cigarro.- La joven niega con la cabeza.- Y él no fuma con tanta frecuencia como vosotros.
-Según él fuma, sobretodo, después de... Ya sabes.
-Sí.- Se ríe.- Realmente sí.
   La rubia da la última calada antes de apagar el cigarrillo.
-Vamos dentro, quiero una cerveza.
-Menos mal que te llevo yo.- Rosa abre la puerta del Blow y es la primera en entrar.
   Sus dos amigas la siguen de cerca hasta llegar a una mesa vacía que hay al fondo. Nyx se ofrece a traer las bebidas mientras que ellas deciden esperarla allí.
-Tengo ganas de bailar, ¿te apuntas?- La del pelo castaño menea la cabeza al ritmo de la canción que está sonando.
-Creo que más tarde...- Rox sonríe.- Pero puedes ir tú sola, yo te vigilo.
-Me parece bie... ¡Alexy!- Grita emocionada al ver a su mejor amigo.- ¿Qué haces aquí? ¡Hola Brandon!
-Recibí un mensaje de Nyx y como Brandon y yo no teníamos otro plan mejor...- El rubio le da un fuerte abrazo.- ¡Roxanne!- Sonríe y se acerca a ella para saludar.
-Hola Rosa.- Brandon le da un abrazo y sonríe al ver que está tan animada.- Rox...- Le saluda con un gesto que ella le devuelve.- ¿Qué tal va la noche?
-Llevamos un buen rato aquí, la cosa está muy tranquila.- La morena de ojos verdes se sincera con ellos.- Tres solas no hacemos nada.
-No me extraña, ¡pero ya estamos aquí!- Alexy se acomoda en una de las sillas.- ¿Y Nyx?
-Pidiendo en la barra.
-Voy a ayudarla.- Brandon se quita el abrigo y lo cuelga en uno de los respaldos libres.- Alexy, ¿qué quieres?
-Una cerveza.
-Hecho.- El joven sonríe y se aleja de allí.
-Aleeeeex...- Rosalya le agarra del brazo.- ¿A que bailas conmigo?
-¡Claro! ¡Vamos!- Sin dudarlo, el chico vuelve a levantarse.
-Entonces ya no tengo que estar pendiente.- Rox sonríe divertida.- Cuídala, eh.
-Ahora que me lo dices...- El gemelo de pelo rubio se empieza a reír.- Nunca te lo hemos contado, pero Rosa y yo salimos juntos.
-¿Qué?- Ella también se ríe.
-Sí, sí.- La joven le da la razón.- Es un método para que no se acerquen. Nos funcionaba muy bien.
-¿Ya no lo usáis?
-Ella no lo necesita desde que tiene novio.- Alexy le da un codazo.- Venga, vamos. ¡Que empiece la noche!

miércoles, 3 de agosto de 2016

Capítulo 49.

   Tras la noticia de que la fiesta se pospone para dentro de dos semanas, todos se han quedado sin planes para el sábado.
-Me sabe muy mal no poder celebrarlo mañana.- Luke resopla y recoge sus cosas de mala gana.
   Tras un viernes muy intenso, ha llegado la hora de irse a casa y descansar un poco.
-No puedes hacer nada. La familia es lo primero.- Alexy le da unas palmadas en el hombro.- Tenemos más tiempo para organizarlo mejor.
-Ya, eso sí...- El cantante camina por los pasillos junto a los demás.- Oye Aisha, ¿crees que tu hermano vendría?
-¿Marco? No sé, puedo hablar con él.
-Si viene, que se lo diga a sus amigos, los que estuvieron con nosotros en el Blow.
-Son majos, ¿a que sí?- La italiana sonríe.- Se lo diré.
-Y a Dylan si quieres decírselo...- Mira a Dinna.
-Claro.- La pelirroja sonríe.- Díselo luego.
-¿Vas a verle?- David se fija en Nyx, que sonríe divertida.- Vais a estar solos... Nyx, está en un centro. Nada de hacer cosas indebidas.
-¡No me voy a tirar a Dylan estando allí!
-¡Por favor! ¡Ese dato no quiero saberlo!- Dinna niega con la cabeza al escucharles.- Que es mi hermano, joder...
-Que no voy a hacer nada, que voy de visita...- La rubia se empieza a reír.- Mal pensados...
-Es que... Nyx...- Alexy sonríe divertido.
-¿Estás insinuando que soy una fresca? ¡Porque te puedo soltar un guantazo!
-Ven aquí, tonta...- El chico la abraza.
   Aquella conversación les ha durado hasta llegar al aparcamiento del Parks Wood.
-Bueno gente, nos vemos el lunes.- Max es el primero en despedirse.
-¿Y esas prisas?- Rosalya le mira curiosa.
-Hoy mi madre comerá en casa, me apetece pasar algo de tiempo con ella.- Se encoge de hombros.
-Oh...- La chica le mira enternecida.- Saludos de mi parte.
-Se los daré.- El guitarrista le da un corto beso a Rox.- Luego te llamo.
-Muy bien...
-¿A qué hora paso por tu casa?- Aisha, que sostiene la mano de Albert, sonríe.
-Mis padres se van sobre las cinco... ¿A las seis?
-Perfecto.
-Os dejo solos, yo he quedado con Brandon.- El gemelo de pelo rubio les mira.- Si quieres pasar la noche en casa, por mi no hay problema.
-Si mis padres están de acuerdo me quedaré.- Aisha suelta una carcajada.
-¿Dormir con esos dos? ¿Tú sabes lo que estás diciendo?- Rosalya mira a su amiga con diversión.- Buena suerte. Se pasan la vida a gritos.
-Eso es mentira.- Albert suelta una carcajada.- Discutimos, como todos los hermanos. Pero tampoco hay que exagerar...
-Ya, ya...- David se ríe.- Bueno, nosotros nos vamos. ¡Adiós!
-Adiós...- Nyx mira a la morena de ojos verdes.- ¿Te llevo a casa?
-Claro.- Rox asiente con un gesto.- Adiós, chicos...
   Finalmente, todos se despiden y cada uno se marcha a su casa para empezar el fin de semana.



   Después de cambiarse de ropa, baja las escaleras para ayudar a su madre. Entre los dos sirven la comida y colocan la mesa.
-¿Qué tal el día?- Max bebe un trago de agua y empieza a comer.
-Bueno, he tenido una reunión con el jefe de la empresa...
   El chico deja los cubiertos sobre el plato y mira a su madre preocupado.
-Harán recorte otra vez, ¿verdad?
   Dianne niega con la cabeza y le dedica una gran sonrisa.
-Han pensando en ascenderme. Pasaría a ser la secretaria del jefe de departamento.
-¿De verdad?- El chico sonríe ante aquella respuesta.- ¡Eso es genial!
-Y tanto... Mi sueldo aumentará un poco y bueno, no tendremos que preocuparnos tanto por las facturas.
-Me alegro mucho mamá.- Max está verdaderamente contento por aquello.
   Sabe que su madre ha trabajado muy duro desde que su padre murió y tarde o temprano, las cosas tendrían mejorar de alguna forma. Sin dudarlo, diría que ella es su ejemplo a seguir.
-Y bueno, ¿a ti cómo te ha ido el día?- Dianne corta un trozo de su plato y se lo lleva a la boca.
-Como siempre.- Se encoge de hombros.- Estoy deseando acabar el instituto y cambiar de aires.
-Queda menos, cielo.
-Eso espero...
-No vas a suspender el curso. Confío en ti.- Su madre sonríe.- Además, este último año las cosas te están yendo muy bien.
-Dale las gracias a Rox. Creo que me he centrado desde que llegó...
-Y hablando de ella... ¿Cómo lo lleva?
-Bastante bien.- Mastica antes de seguir hablando.- Aunque últimamente está indecisa por la Universidad, no sabe qué hacer.
-Bueno, aún tiene unos meses para pensarlo... ¿Hoy has quedado con ella?
-No. Hoy nos separamos un poco.- Sonríe divertido.- Pero luego hablaremos.
-Podrías invitarla mañana a comer aquí.
-Se lo diré, no creo que haya problema. Te cae bien, ¿no?
-Es un cielo. Ya era hora de que te centraras en una.
-Mamá...
-Max, es que menuda temporada. Luke, Albert y tú. Los tres. Un poco golfos, ¿no?- Sonríe burlona mientras que su hijo se ruboriza.- Cada semana con una chica diferente. ¡No tenéis vergüenza!
-Mamá, que eso ya ha pasado... Ahora tenemos novia y somos personas decentes.
-No sé si serás muy decente... Porque si te digo la verdad, tienes la misma pinta que tu padre cuando tenía tu edad.
-No me jodas.- Se empieza a reír.- ¿Papá era igual?
-Tu padre no andaba con cualquiera, pero estando conmigo...
-¡No quiero saber lo que hacíais!- Ambos se ríen a carcajadas.-En serio, no.
-Solo te diré, que acababa muy satisfecha.- Dianne termina de comer.
-¡Mamá!- El de los ojos grises se sigue riendo.- Si esto lo has sacado por el tema de la protección, tranquila. Que siempre la utilizo.
-Es bueno saberlo. Y ahora termina de comer y ayúdame a recoger todo esto.
-¿Qué prisa tienes?
-Tengo ganas de descansar un poco y pasar algo de tiempo contigo, hacía mucho que no nos sentábamos tranquilamente y hablábamos.
-Lo echabas de menos, ¿eh?- Sonríe divertido.
-Pues claro, cielo.- La mujer sonríe con sinceridad.- ¿Y tú? ¿No lo echabas en falta?
-Sí... La verdad es que sí.



   Cuando terminó de comer se preparó con prisas y salió de su casa para ir a verle. Lleva allí cerca de una hora y ambos parecen cómodos estando en compañía del otro.
   La conversación de los jóvenes se ve interrumpida por una llamada al móvil de la chica. Se disculpa con él y contesta sin mirar quién puede ser.
-¿Diga?
-Nyx.- La voz de su madre suena al otro lado de la línea.- ¿Cómo estás?
-Bien.- Desconcertada por aquella llamada, va directa al grano.- ¿Para qué me llamas?
-Hablé con tu padre hace unos minutos, me enteré de lo del concierto. ¿Por qué no me dijiste nada?- Su voz es firme y seria.
-¿Habrías podido venir?
   El silencio al otro lado responde por su madre.
-No. Entonces no entiendo a qué viene ese tono de voz.- Nerviosa, se pone de pie ante la mirada preocupada de Dylan.
-Escucha, Nyx... Quiero ir a verte pronto, ¿vale? Me gustaría hablar contigo, no sé... Llevamos mucho tiempo sin vernos y...
-Por mi culpa no será.- Se burla ella. Empieza a alterarse y teme que la voz le vaya a fallar de un momento a otro.- Además, no sé qué tenemos que hablar.
-Quiero disculparme contigo.
-¿Disculparte? ¿Por qué? ¿Por no hacerme caso en dieciocho años? ¿Por darme a elegir entre mi padre y tú? ¿Por dar preferencia a tu trabajo antes que a tu familia?- Eleva la voz más de lo que debería.- No sé qué quieres realmente, lo que tengas que decir, dímelo ahora. No voy a quedar contigo.
   La mujer suspira al otro lado de la línea. Todo lo que Nyx dice es verdad y le duele que tenga tanta razón.
-Voy a casarme dentro de tres meses.- Anuncia con la voz apagada.- Me gustaría que vinieses.
   La rubia se sorprende al escuchar aquello.
-Me hubiese gustado decírtelo antes, pero he sido muy cobarde.
-Y lo sigues siendo.- Sentencia la joven.- Me parece increíble que me digas esto. No sé, tal vez deberías avisar a tu futuro marido de que le vas a dejar tirado en cuanto tengas un poco de trabajo.- Responde burlona.
-Nyx, no te consiento que me hables de esa forma.
-Bien, pues no hablemos más. No voy a ir a la boda.- Cuelga y toda la rabia que había contenido se esfuma en forma de lágrimas.
-Eh...- Dylan se acerca a ella para estrecharla entre sus brazos.- ¿Qué ocurre?
-Mi madre... Que es... Es...- Se muerde el labio para no decir una barbaridad.- Dice que se casa en tres meses. No fue capaz de preocuparse por su familia, no creo que sea capaz de estar pendiente de una nueva.
-Siéntate y cuéntamelo.- El chico le limpia la cara con las manos y le da un beso en la mejilla.- ¿Quieres agua?
-No.- Niega con la cabeza y ocupa su sitio de antes.
-¿Qué ocurre con tu madre?
-Mis padres se separaron hace más de un año. La prioridad de mi madre siempre ha sido su trabajo, mi padre y yo éramos un cero a la izquierda.- Nyx comienza el relato desde el principio.- Cuando se divorciaron me hizo elegir entre ella o él y desde el principio supe que quería estar con mi padre. Es cierto que él trabaja y tiene un horario complicado, pero me presta atención. Me escucha cuando necesito hablar con alguien o simplemente está cuando tiene que estar.
   Hace una breve pausa antes de seguir hablando.
-Nunca le he contado esto a nadie pero... Para mí es como una desconocida. Desde que se divorciaron no ha venido a veme ni una sola vez. Y me duele mucho.
   Durante algunos segundos Dylan mira a la chica que tiene delante. A pesar de todo lo dicho, siempre tiene una sonrisa en la cara aunque haya pasado por aquello. La situación no ha tenido que ser nada fácil para ella.
-Puede que tu madre se arrepienta por todo lo que os hizo, Nyx.- Toma la palabra llamando la atención de la joven.- Estás resentida con ella y es normal. Yo en tu lugar también lo estaría... Pero tal vez debas darle una oportunidad. Ella quiere quedar contigo, ¿no?- Ve que asiente con la cabeza.- Pues hacedlo. No digo que en un día todo se pueda solucionar, porque eso no es posible... Pero a lo mejor con el tiempo, consigues perdonarla.
   Las palabras del chico hacen que lo piense detenidamente... Esto es algo que deberá consultar con la almohada. Realmente, está dolida con su madre.
-Yo había venido aquí a verte, a animarte y a pasar la tarde contigo... Y en lugar de eso vengo a llorar y a que me hagas entrar en razón. Algo está fallando.- Sonríe levemente.
-Alguno de los dos tendrá que ser el razonable de la relación, ¿no crees?- Dylan le devuelve la sonrisa.- No seas tonta, me alegro de poder ayudarte.



   Coge la camiseta del suelo para ponérsela. Observa al chico que sigue tumbado sobre la cama y sonríe de lado al comprobar que está a punto de quedarse dormido.
-Que te duermes...
-Me falta poco.- David bosteza y se tapa la cara con uno de los cojines que han quedado descolocados.- ¿Te hago un hueco?
-Voy al baño, pero resérvalo...
-Muy bien.- Asiente con un gesto y ella abre la puerta de la habitación.
   Al estar en el pasillo, se cruza con la madre del joven.
-Qué bien te queda la ropa de David.
-Un poco grande, pero...- Dinna se encoge de hombros.- Garnet... ¿A ti te parece bien que yo pase tanto tiempo aquí?
-Cariño...- La mujer sonríe enternecida.- Me encanta verte por casa. Desde que empezaste a salir con mi hijo me caíste muy bien. Yo a David no le veo con otra chica, sinceramente.
-Es que... No sé, tengo la sensación de pasar demasiado tiempo en vuestra casa.- La pelirroja se apoya en la pared.
-David también pasa mucho tiempo en la tuya.- Garnet se fija en ella.- Pero mírate, Dinna. Eres un cielo, ¿cómo me va a molestar que estés aquí? Vaya tonterías dices...
   Ante esa contestación, suelta una carcajada.
-Es más, quédate a cenar y a dormir. Vamos a preparar hamburguesas caseras, de esas que te gustan tanto.
-¿De las que llevan pimienta?
-Le diré a Bob que les ponga pimienta, sí.
-Avisaré a mis padres.
-Muy bien.- Garnet sonríe y al pasar por su lado le da un abrazo.- Dile a David que se ponga los calzoncillos y que baje un momento al salón.
   Dinna se empieza a reír con ganas. La joven entra en el baño y se mira en el espejo. Como puede, se peina con las manos y después se refresca un poco. Unos minutos después sale de allí y camina hacia la habitación de David.
-Sí que has tardado...- El joven retira el nórdico y da unos golpes en el colchón.- Aquí está tu sitio.
-Muchas gracias... Pero siento darte la mala noticia de que debes bajar al salón. Dice tu madre que te pongas los calzones y vayas.
   El batería se ríe y hace lo que le ha dicho la joven.
-Pero qué culo tienes.- Al pasar junto a la chica, ésta le da un cachete.
-Cómo te gusta agarrar...- El joven le da un beso y sonríe.- Yo recuerdo que antes eras más tranquila... Un poco más modosa...
-Modosa, ¿yo? Me dirás que no soy activa...- La pelirroja pasa las manos por detrás de su nuca, acercándose más a él.- No te puedes quejar.
-Sabes que no.
-Bueno, vete que tus padres te están esperando.
-Si no me sueltas no me puedo ir.
   Dinna se aparta y se deja caer sobre la cama. Divertida, le despide con la mano y él abandona la habitación.
-¡David!- Le llama a los dos segundos.
   Se asoma por la puerta y la mira detenidamente.
-¿Una de palomitas y película?
-Marchando una de palomitas... Haz los honores y elige.
-¿Una aburrida o una interesante?
   Suelta una carcajada y finalmente, niega con la cabeza.
-Lo sea o no, ya conoces el final.
-¡Final feliz!