miércoles, 3 de agosto de 2016

Capítulo 49.

   Tras la noticia de que la fiesta se pospone para dentro de dos semanas, todos se han quedado sin planes para el sábado.
-Me sabe muy mal no poder celebrarlo mañana.- Luke resopla y recoge sus cosas de mala gana.
   Tras un viernes muy intenso, ha llegado la hora de irse a casa y descansar un poco.
-No puedes hacer nada. La familia es lo primero.- Alexy le da unas palmadas en el hombro.- Tenemos más tiempo para organizarlo mejor.
-Ya, eso sí...- El cantante camina por los pasillos junto a los demás.- Oye Aisha, ¿crees que tu hermano vendría?
-¿Marco? No sé, puedo hablar con él.
-Si viene, que se lo diga a sus amigos, los que estuvieron con nosotros en el Blow.
-Son majos, ¿a que sí?- La italiana sonríe.- Se lo diré.
-Y a Dylan si quieres decírselo...- Mira a Dinna.
-Claro.- La pelirroja sonríe.- Díselo luego.
-¿Vas a verle?- David se fija en Nyx, que sonríe divertida.- Vais a estar solos... Nyx, está en un centro. Nada de hacer cosas indebidas.
-¡No me voy a tirar a Dylan estando allí!
-¡Por favor! ¡Ese dato no quiero saberlo!- Dinna niega con la cabeza al escucharles.- Que es mi hermano, joder...
-Que no voy a hacer nada, que voy de visita...- La rubia se empieza a reír.- Mal pensados...
-Es que... Nyx...- Alexy sonríe divertido.
-¿Estás insinuando que soy una fresca? ¡Porque te puedo soltar un guantazo!
-Ven aquí, tonta...- El chico la abraza.
   Aquella conversación les ha durado hasta llegar al aparcamiento del Parks Wood.
-Bueno gente, nos vemos el lunes.- Max es el primero en despedirse.
-¿Y esas prisas?- Rosalya le mira curiosa.
-Hoy mi madre comerá en casa, me apetece pasar algo de tiempo con ella.- Se encoge de hombros.
-Oh...- La chica le mira enternecida.- Saludos de mi parte.
-Se los daré.- El guitarrista le da un corto beso a Rox.- Luego te llamo.
-Muy bien...
-¿A qué hora paso por tu casa?- Aisha, que sostiene la mano de Albert, sonríe.
-Mis padres se van sobre las cinco... ¿A las seis?
-Perfecto.
-Os dejo solos, yo he quedado con Brandon.- El gemelo de pelo rubio les mira.- Si quieres pasar la noche en casa, por mi no hay problema.
-Si mis padres están de acuerdo me quedaré.- Aisha suelta una carcajada.
-¿Dormir con esos dos? ¿Tú sabes lo que estás diciendo?- Rosalya mira a su amiga con diversión.- Buena suerte. Se pasan la vida a gritos.
-Eso es mentira.- Albert suelta una carcajada.- Discutimos, como todos los hermanos. Pero tampoco hay que exagerar...
-Ya, ya...- David se ríe.- Bueno, nosotros nos vamos. ¡Adiós!
-Adiós...- Nyx mira a la morena de ojos verdes.- ¿Te llevo a casa?
-Claro.- Rox asiente con un gesto.- Adiós, chicos...
   Finalmente, todos se despiden y cada uno se marcha a su casa para empezar el fin de semana.



   Después de cambiarse de ropa, baja las escaleras para ayudar a su madre. Entre los dos sirven la comida y colocan la mesa.
-¿Qué tal el día?- Max bebe un trago de agua y empieza a comer.
-Bueno, he tenido una reunión con el jefe de la empresa...
   El chico deja los cubiertos sobre el plato y mira a su madre preocupado.
-Harán recorte otra vez, ¿verdad?
   Dianne niega con la cabeza y le dedica una gran sonrisa.
-Han pensando en ascenderme. Pasaría a ser la secretaria del jefe de departamento.
-¿De verdad?- El chico sonríe ante aquella respuesta.- ¡Eso es genial!
-Y tanto... Mi sueldo aumentará un poco y bueno, no tendremos que preocuparnos tanto por las facturas.
-Me alegro mucho mamá.- Max está verdaderamente contento por aquello.
   Sabe que su madre ha trabajado muy duro desde que su padre murió y tarde o temprano, las cosas tendrían mejorar de alguna forma. Sin dudarlo, diría que ella es su ejemplo a seguir.
-Y bueno, ¿a ti cómo te ha ido el día?- Dianne corta un trozo de su plato y se lo lleva a la boca.
-Como siempre.- Se encoge de hombros.- Estoy deseando acabar el instituto y cambiar de aires.
-Queda menos, cielo.
-Eso espero...
-No vas a suspender el curso. Confío en ti.- Su madre sonríe.- Además, este último año las cosas te están yendo muy bien.
-Dale las gracias a Rox. Creo que me he centrado desde que llegó...
-Y hablando de ella... ¿Cómo lo lleva?
-Bastante bien.- Mastica antes de seguir hablando.- Aunque últimamente está indecisa por la Universidad, no sabe qué hacer.
-Bueno, aún tiene unos meses para pensarlo... ¿Hoy has quedado con ella?
-No. Hoy nos separamos un poco.- Sonríe divertido.- Pero luego hablaremos.
-Podrías invitarla mañana a comer aquí.
-Se lo diré, no creo que haya problema. Te cae bien, ¿no?
-Es un cielo. Ya era hora de que te centraras en una.
-Mamá...
-Max, es que menuda temporada. Luke, Albert y tú. Los tres. Un poco golfos, ¿no?- Sonríe burlona mientras que su hijo se ruboriza.- Cada semana con una chica diferente. ¡No tenéis vergüenza!
-Mamá, que eso ya ha pasado... Ahora tenemos novia y somos personas decentes.
-No sé si serás muy decente... Porque si te digo la verdad, tienes la misma pinta que tu padre cuando tenía tu edad.
-No me jodas.- Se empieza a reír.- ¿Papá era igual?
-Tu padre no andaba con cualquiera, pero estando conmigo...
-¡No quiero saber lo que hacíais!- Ambos se ríen a carcajadas.-En serio, no.
-Solo te diré, que acababa muy satisfecha.- Dianne termina de comer.
-¡Mamá!- El de los ojos grises se sigue riendo.- Si esto lo has sacado por el tema de la protección, tranquila. Que siempre la utilizo.
-Es bueno saberlo. Y ahora termina de comer y ayúdame a recoger todo esto.
-¿Qué prisa tienes?
-Tengo ganas de descansar un poco y pasar algo de tiempo contigo, hacía mucho que no nos sentábamos tranquilamente y hablábamos.
-Lo echabas de menos, ¿eh?- Sonríe divertido.
-Pues claro, cielo.- La mujer sonríe con sinceridad.- ¿Y tú? ¿No lo echabas en falta?
-Sí... La verdad es que sí.



   Cuando terminó de comer se preparó con prisas y salió de su casa para ir a verle. Lleva allí cerca de una hora y ambos parecen cómodos estando en compañía del otro.
   La conversación de los jóvenes se ve interrumpida por una llamada al móvil de la chica. Se disculpa con él y contesta sin mirar quién puede ser.
-¿Diga?
-Nyx.- La voz de su madre suena al otro lado de la línea.- ¿Cómo estás?
-Bien.- Desconcertada por aquella llamada, va directa al grano.- ¿Para qué me llamas?
-Hablé con tu padre hace unos minutos, me enteré de lo del concierto. ¿Por qué no me dijiste nada?- Su voz es firme y seria.
-¿Habrías podido venir?
   El silencio al otro lado responde por su madre.
-No. Entonces no entiendo a qué viene ese tono de voz.- Nerviosa, se pone de pie ante la mirada preocupada de Dylan.
-Escucha, Nyx... Quiero ir a verte pronto, ¿vale? Me gustaría hablar contigo, no sé... Llevamos mucho tiempo sin vernos y...
-Por mi culpa no será.- Se burla ella. Empieza a alterarse y teme que la voz le vaya a fallar de un momento a otro.- Además, no sé qué tenemos que hablar.
-Quiero disculparme contigo.
-¿Disculparte? ¿Por qué? ¿Por no hacerme caso en dieciocho años? ¿Por darme a elegir entre mi padre y tú? ¿Por dar preferencia a tu trabajo antes que a tu familia?- Eleva la voz más de lo que debería.- No sé qué quieres realmente, lo que tengas que decir, dímelo ahora. No voy a quedar contigo.
   La mujer suspira al otro lado de la línea. Todo lo que Nyx dice es verdad y le duele que tenga tanta razón.
-Voy a casarme dentro de tres meses.- Anuncia con la voz apagada.- Me gustaría que vinieses.
   La rubia se sorprende al escuchar aquello.
-Me hubiese gustado decírtelo antes, pero he sido muy cobarde.
-Y lo sigues siendo.- Sentencia la joven.- Me parece increíble que me digas esto. No sé, tal vez deberías avisar a tu futuro marido de que le vas a dejar tirado en cuanto tengas un poco de trabajo.- Responde burlona.
-Nyx, no te consiento que me hables de esa forma.
-Bien, pues no hablemos más. No voy a ir a la boda.- Cuelga y toda la rabia que había contenido se esfuma en forma de lágrimas.
-Eh...- Dylan se acerca a ella para estrecharla entre sus brazos.- ¿Qué ocurre?
-Mi madre... Que es... Es...- Se muerde el labio para no decir una barbaridad.- Dice que se casa en tres meses. No fue capaz de preocuparse por su familia, no creo que sea capaz de estar pendiente de una nueva.
-Siéntate y cuéntamelo.- El chico le limpia la cara con las manos y le da un beso en la mejilla.- ¿Quieres agua?
-No.- Niega con la cabeza y ocupa su sitio de antes.
-¿Qué ocurre con tu madre?
-Mis padres se separaron hace más de un año. La prioridad de mi madre siempre ha sido su trabajo, mi padre y yo éramos un cero a la izquierda.- Nyx comienza el relato desde el principio.- Cuando se divorciaron me hizo elegir entre ella o él y desde el principio supe que quería estar con mi padre. Es cierto que él trabaja y tiene un horario complicado, pero me presta atención. Me escucha cuando necesito hablar con alguien o simplemente está cuando tiene que estar.
   Hace una breve pausa antes de seguir hablando.
-Nunca le he contado esto a nadie pero... Para mí es como una desconocida. Desde que se divorciaron no ha venido a veme ni una sola vez. Y me duele mucho.
   Durante algunos segundos Dylan mira a la chica que tiene delante. A pesar de todo lo dicho, siempre tiene una sonrisa en la cara aunque haya pasado por aquello. La situación no ha tenido que ser nada fácil para ella.
-Puede que tu madre se arrepienta por todo lo que os hizo, Nyx.- Toma la palabra llamando la atención de la joven.- Estás resentida con ella y es normal. Yo en tu lugar también lo estaría... Pero tal vez debas darle una oportunidad. Ella quiere quedar contigo, ¿no?- Ve que asiente con la cabeza.- Pues hacedlo. No digo que en un día todo se pueda solucionar, porque eso no es posible... Pero a lo mejor con el tiempo, consigues perdonarla.
   Las palabras del chico hacen que lo piense detenidamente... Esto es algo que deberá consultar con la almohada. Realmente, está dolida con su madre.
-Yo había venido aquí a verte, a animarte y a pasar la tarde contigo... Y en lugar de eso vengo a llorar y a que me hagas entrar en razón. Algo está fallando.- Sonríe levemente.
-Alguno de los dos tendrá que ser el razonable de la relación, ¿no crees?- Dylan le devuelve la sonrisa.- No seas tonta, me alegro de poder ayudarte.



   Coge la camiseta del suelo para ponérsela. Observa al chico que sigue tumbado sobre la cama y sonríe de lado al comprobar que está a punto de quedarse dormido.
-Que te duermes...
-Me falta poco.- David bosteza y se tapa la cara con uno de los cojines que han quedado descolocados.- ¿Te hago un hueco?
-Voy al baño, pero resérvalo...
-Muy bien.- Asiente con un gesto y ella abre la puerta de la habitación.
   Al estar en el pasillo, se cruza con la madre del joven.
-Qué bien te queda la ropa de David.
-Un poco grande, pero...- Dinna se encoge de hombros.- Garnet... ¿A ti te parece bien que yo pase tanto tiempo aquí?
-Cariño...- La mujer sonríe enternecida.- Me encanta verte por casa. Desde que empezaste a salir con mi hijo me caíste muy bien. Yo a David no le veo con otra chica, sinceramente.
-Es que... No sé, tengo la sensación de pasar demasiado tiempo en vuestra casa.- La pelirroja se apoya en la pared.
-David también pasa mucho tiempo en la tuya.- Garnet se fija en ella.- Pero mírate, Dinna. Eres un cielo, ¿cómo me va a molestar que estés aquí? Vaya tonterías dices...
   Ante esa contestación, suelta una carcajada.
-Es más, quédate a cenar y a dormir. Vamos a preparar hamburguesas caseras, de esas que te gustan tanto.
-¿De las que llevan pimienta?
-Le diré a Bob que les ponga pimienta, sí.
-Avisaré a mis padres.
-Muy bien.- Garnet sonríe y al pasar por su lado le da un abrazo.- Dile a David que se ponga los calzoncillos y que baje un momento al salón.
   Dinna se empieza a reír con ganas. La joven entra en el baño y se mira en el espejo. Como puede, se peina con las manos y después se refresca un poco. Unos minutos después sale de allí y camina hacia la habitación de David.
-Sí que has tardado...- El joven retira el nórdico y da unos golpes en el colchón.- Aquí está tu sitio.
-Muchas gracias... Pero siento darte la mala noticia de que debes bajar al salón. Dice tu madre que te pongas los calzones y vayas.
   El batería se ríe y hace lo que le ha dicho la joven.
-Pero qué culo tienes.- Al pasar junto a la chica, ésta le da un cachete.
-Cómo te gusta agarrar...- El joven le da un beso y sonríe.- Yo recuerdo que antes eras más tranquila... Un poco más modosa...
-Modosa, ¿yo? Me dirás que no soy activa...- La pelirroja pasa las manos por detrás de su nuca, acercándose más a él.- No te puedes quejar.
-Sabes que no.
-Bueno, vete que tus padres te están esperando.
-Si no me sueltas no me puedo ir.
   Dinna se aparta y se deja caer sobre la cama. Divertida, le despide con la mano y él abandona la habitación.
-¡David!- Le llama a los dos segundos.
   Se asoma por la puerta y la mira detenidamente.
-¿Una de palomitas y película?
-Marchando una de palomitas... Haz los honores y elige.
-¿Una aburrida o una interesante?
   Suelta una carcajada y finalmente, niega con la cabeza.
-Lo sea o no, ya conoces el final.
-¡Final feliz!

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